El tiburón que paseó Acosta era un comisario de la curva 12
“El sábado me dijo que me subiría en su moto y yo le dije que vendría disfrazado de tiburón. ¡Y ha cumplido!”, dice Chechu González.
El nombre de Chechu González, salvo a sus familiares y amigos, no dice mucho, porque es un personaje anónimo, apasionado de las motos, que colabora como bandera en el Ricardo Tormo de Valencia, y que en la vuelta de honor de la carrera de Moto2 tuvo su momento de gloria. Iba disfrazado de tiburón y Pedro Acosta lo montó en su moto para completar la vuelta de honor. No cabía más alegría en la cara del chaval en ese viaje, que adornó con unas vistosas uves y luego contó a AS en el box del bicampeón su historia. Parecía uno más del equipo.
“Soy comisario, saliendo de la curva 12 en el puesto 13. El sábado fui al paddock y le dije a Acosta que tenía muchas ganas de verle y de que me firmara una foto. A raíz de eso, me dijo que me subiría en su moto y yo le dije que vendría disfrazado de tiburón. ¡Y ha cumplido!”, decía emocionado el bueno de Chechu.
La emoción le duró más allá de la vuelta que se dio de paquete: “Si pudieráis tocarme el corazón veriais que es el mejor momento de mi vida. Mira, mira, estoy a mil por hora. Ha sido absolutamente increíble ir con él subido a su moto en la vuelta de honor”.
Y para terminar, dejó claro lo que el Tiburón de Mazarrón supone para él: “Le llevo viendo un montón de años, y los que me quedan por verle. Me encanta su pilotaje y cómo es como persona, con los medios, con todo el mundo. Es una persona brutal. No voy a olvidar nunca este día”.