Biaggi: “¿Martín y Aprilia? Vencer es la clave para no romper más"

Hace tiempo que Max Biaggi está en el paddock como embajador de Aprilia. Antes venía como invitado de Jorge Lorenzo, pero ya luce los colores de la casa de Noale y pocos mejor que él para hablar del caso Martín-Aprilia, de su resolución, y más en un circuito en el que el romano ganó 11 veces, siete en GGPP y cuatro en SBK.

-¿Qué siente Max Biaggi al regresar a Brno?

-Aquí he ganado mucho, 11 veces, que son unos números increíbles. Brno es el tipo de trazado que a mí me gustaba mucho, por su tipo particular de curvas. Tiene curvas largas y otras ciegas en las que no ves la salida. Tienes que memorizar bien sus curvas en la mente, porque es particular. Es un circuito que gusta a muchos pilotos. Es bonito para mí también porque la gente recuerda lo que yo he hecho aquí y eso me gusta.

-Eso incluye un caballito imposible cruzando la meta con el que casi se estrella...

-(Sonríe). Estuve cerca de la muerte, sí, pero dejó una imagen legendaria que se recuerda por siempre. Brno a mí me daba una energía particular.

-Aquí hubo otro caballito inolvidable, el de Bautista en la cuesta con la dos y medio.

-Sí, pero ese acabó en caída. No es bueno caerse hacia atrás, te pones en peligro.

-¿Qué puede decir de Martinator y Aprilia?

-Después de todo lo que ha pasado. De la polémica de si se va o no se va, ha regresado y hay una atmósfera muy buena del equipo con él. Le veo en positivo y motivado, aunque aún está a un 70 u 80 por ciento. Necesita que pasen carreras y coger ritmo para acercarse a los otros. Le faltan 6.000 kilómetros de rodaje respecto a los otros pilotos, pero es un pioto que se adaptará rápido y ya en la próxima carrera lo hará bien.

-¿Le ve haciendo podios pronto con la Aprilia?

-Sí, claro que sí. Seguro al cien por cien.

-Desde su experiencia, ¿cómo se puede estar enamorado de un proyecto, desenamorarse y volver a enamorarse?

-Sí se puede. A mí me ha sucedido en el pasado, precisamente con Aprilia. En el 92, debuté en el Mundial con Aprilia y al año siguiente me fui a la Honda de Erv Kanemoto, con Rothmans, y luego regresé a Aprilia y gané mucho durante muchos años con ellos. Estaba enamorado en el 92 de Aprilia, me desenamoré y en el 94 me volvió a enamorar. Las victorias hacen que se superen estas separaciones. Vencer es la clave para no romper más.

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