Dakar | Calleja

“Voy a echarle una mano a Sainz y reivindicar la edad”

A sus 60 años Calleja regresa al Dakar con un Century T1+ de “pata negra” y la ambición de completar una gran carrera: “Quiero correr, no voy a darme un paseo”.

Jesús Calleja con el prototipo de Santana Motors que participará en el Dakar 2026.
Santana Motors
Carmen Ruiz
Mayo del 97. Es graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y realizó un Máster de Marketing y Comunicación en la UCAM. Aterrizó en AS en 2019 para hablar de motor. Y no fue casualidad. Tras cubrir su primer Dakar, puede asegurar que la arena no tiene nada que envidiarle al asfalto.
Actualizado a

Nunca es tarde si la dicha es buena y el regreso de Jesús Calleja (60 años, León) al Dakar, parece casi inmejorable. Tras una última mala experiencia, el comunicador vuelve al desierto acompañado por su hombre de confianza (Edu Blanco, su copiloto). Y aunque le motivaría la idea de rodar un Universo Calleja con “Donald Trump” al lado derecho del habitáculo, en estos momentos se centra, sobre todo, en un T1+ que le hace ser ambicioso. El Century CR7 será el arma con la que el leonés busque mejorar una 29ª posición que ahora, sabe a poco. Porque a pesar de que para la 48ª edición se espera “un nivel elevadísimo, eso me pone más todavía”. Sale en busca de una nueva aventura.

—Vuelve al Dakar después de tres años sin visitarlo, ¿por qué ahora?

—Porque esto es como cuando tengo un proyecto y voy a una montaña. Si una vez allí, por lo que sea, el tiempo, las condiciones climáticas... si quiero llegar a la cima y no puedo, pues tengo que volver. Especialmente para mí el 2022 fue muy duro, porque nosotros creíamos que habíamos contratado un coche con condiciones óptimas y que todo estaba listo para correr. Pero resultó todo lo contrario. El coche a las dos horas murió y nunca más subimos ya, se nos acabó el Dakar. Si lo reparas te dejan participar fuera ya de cualquier tipo de competición. Pero es que ni siquiera eso, fallaba todos los días, dos, tres veces, hasta que moría y siempre te dejaba tirado. Imagínate la cara que se te queda con aquel famoso ‘buggy’, cuando contratas algo que no cumple las expectativas. Estaba muy lejos de lo que nos contaron que iba a ser el coche. Yo tengo que cerrar este capítulo y lo mejor es volver al Dakar para hacer todo lo contrario. Voy con una escudería oficial, Century, con el mejor coche que tienen, que es el CR7 T1+, que el año pasado, como bien sabes, Serradori fue sexto y Baragwanath ya quedó décimo; hubo dos entre los diez primeros. Estamos hablando de un coche que se puede codear con los gordos ahí arriba, porque el coche como tal, fiabilidad, potencia... está fuera de dudas.

—¿Se podría decir que vuelve por todo lo alto? Cuando compitió con Toyota hablaba de un pata negra, pero parece que este es todavía mejor...

—Hombre, esto es un T1+, solamente en el tamaño de la rueda... Además lleva motor central, los equipos de suspensión son mucho más sofisticados y la telemetría, porque este coche lleva sensores en todos los sitios. No hay que esperar a que la pieza se rompa, porque ya se sabe de antes si se va a romper. No tiene nada que ver aquel Toyota que llevé yo, que justo el que yo llevé, eran los antiguos. De largo, este es el mejor coche que voy a tener en mi vida. Entonces, para mí el reto consiste en, primero, cerrar este episodio aquí en el Dakar, pero no cerrar la participación a los dakares; porque probablemente vuelvan más. Y luego, en el Dakar hay unos 60 pilotos profesionales que viven solo de esto, que cobran sus salarios de esto, a veces salarios millonarios, y yo hace tres años que no piloto nada. La Baja Aragón ha sido para mí el lugar de entrenamiento para entender el coche. Ahora me iré a las dunas de Marruecos (no estará en el Rally oficial por un rodaje en China), y luego me iré al Dakar. Es decir, ¿a dónde puede llegar una preparación express de un amateur con un gran coche para intentar saber cuál es mi posición real en Dakar? No lo sé. Nunca llevé un gran coche y solamente aquel Toyota era un buen coche, pero no un pata negra. Ahora sí que voy a tener un pata negra, y entonces sabré cuál será mi posición. Y esto me pone mucho, ¿sabes? Porque creo que tengo esa habilidad de coger rápido el pulso a un coche y hacer manos.

—Dice que probablemente esta no sea la última vez que vuelva al Dakar. Para una persona como usted que ha estado en el Everest o el espacio, ¿qué tiene la carrera para querer volver?

—Bueno, para empezar, te tiene que gustar el motor. Entonces, estamos yendo ya hacia una época en la que las pasiones humanas, tienen que ser un poquito más sostenibles una vez les damos rienda suelta. A partir de 2027 me hace mucha ilusión poder correr ya con combustibles mayoritariamente sintéticos, poder hacer una competición sin dejar una huella de carbono elevada o nula. El reciclaje por fin se ha tenido en cuenta, el dejar menos huella de carbono. Y yo como conmulgo con esto, mi mundo es ese, pues quiero volver a la competición cuando todos ya estamos mentalizados de que tenemos que ir hacia ese ángulo. No podemos prohibirnos las cosas, pero sí podemos cambiar las tecnologías y las actitudes. Así que el Dakar sigue siendo la prueba más bestia del motor que existe. No lo hagáis que desgaste más y sea más bestia que esto. Y también vuelvo porque quiero reivindicar que he cumplido 60 tacos y como Carlos (Sainz), que tiene 63 y mira lo que hace, pues me apetece decir que la edad es solo un número. Puedes hacerlo mejor incluso pasando los años, porque sumas la experiencia con la preparación física. Ahora mismo yo estoy probablemente en mi mejor nivel físico. Así que voy a hacer una reivindicación de edad. Voy a echarle una mano a Carlos y reivindicar la edad.

—Con sus 60 años no va a vivir el Dakar del pelotón, sino que por lo que cuenta, quiere correr de una manera parecida a la que lo está haciendo Carlos.

—Yo quiero correr, lo mejor que sepa, no voy a darme un paseo. Lo único que nunca he tenido un coche que no sabría, excepto aquel Toyota, hasta dónde podría llegar. Pero hubo otras circunstancias que nos pasaron muy rocambolescas, que perdí muchas posiciones. Hice un 29º, creo que fue un 29º o un 30º, no lo recuerdo. Yo lo que quiero es bajar ese puesto, me gustaría mejorar ese puesto que hice y ese es mi objetivo. Pero claro, en un momento donde los coches son mucho más bestias, hay muchísimos más coches buenos que antes y hay un nivel del Dakar elevadísimo. Entonces, bueno, pues me pone más todavía.

—Imagino que viajar al espacio le cambió la vida, pero esa también es una afirmación que hace cualquiera que haya vivido un Dakar. ¿Usted siente lo mismo?

—A ver, mi vida siempre ha estado llena de acontecimientos. A esto me dedico y además me gusta contarlos y filmarlos para que lo veáis. Pero hay ciertas cosas, ciertos proyectos que tienen otro nivel y otra envergadura. Irte al espacio... ¿cómo no te va a cambiar la vida? Vas a ver tu casa flotando en el universo. Que tú estés en el espacio viendo la bola de fuego que es el Sol, que desde fuera asusta, el espacio negro, la cantidad de radiación en forma de fotones contra la Tierra, es un milagro. Ver eso te cambia la vida, te entra como más ganas de vivir, más ganas de agradecer la suerte que tenemos de haber vivido en este planeta. Incluso me pasó algo más metafísico de pensar que tras la muerte, a lo mejor seguimos de alguna forma en este universo. Me dio mucha esperanza, me serenó y me dio mucha más felicidad. Ahora tengo esa referencia. Si tengo un día malo, solo tengo que cerrar los ojos y ver cómo es nuestro planeta desde el espacio y se me quita cualquier tontería. Tenemos la gran suerte de haber nacido y vivido en este milagro llamado Tierra. Y luego el Dakar, pues es eso que desde niño ves en la tele, que ves en los periódicos, el Dakar, el evento deportivo del motor más seguido del mundo, la carrera más dura del planeta, donde te pone a prueba, donde cuando lo terminas la sensación que tienes es de he hecho algo grande, algo potente, algo gordo. Eso también lo quieres vivir.

—Siempre ha hablado de su gran afición por la moto. ¿Nunca se planteó competir en la carrera sobre dos ruedas?

—Lo intenté hacer, fue mi primer proyecto. Esto no lo sabe nadie, pero me fui a correr, a entrenarme en Marruecos y tuve el mayor accidente de mi vida. Me rompí 18 huesos, tuve una hemorragia que libré por los pelos, como 6 operaciones y pensé que no lo contaba. Y esto ocurrió el primer año de mi proyecto televisivo y el primer programa que iba a rodar era el del Dakar en y moto y me desarmé. Entonces me di cuenta que tenía un proyecto fantástico por delante en la televisión y no lo iba a poner en riesgo nunca más. La moto realmente tiene este pequeño problema o gran problema, que si te das un castañazo puede ser muy grave y en un coche, pues no. Entonces nació y murió el proyecto en el accidente y en el día de quirófano que tuve y no lo corrí. En ese momento me prometí a mí mismo que nunca daría un disgusto más así, ni a mi familia ni a los amigos, y no iba a estropear el proyecto televisivo que tenía por delante.

Noticias relacionadas

—Si ‘Universo Calleja’ se grabase en el Dakar, ¿a quién se llevaría de copiloto para compartir la experiencia?

—Hombre, a Donald Trump, por Dios. Tendríamos una conversación que probablemente le ayudara a visualizar cosas del mundo que a lo mejor desconoce, porque yo soy un hombre de mundo y me gusta entrar a los países por el ángulo de la aventura, que es donde vive la gente y verdaderamente te cuenta cómo es un país. No veo los países desde el ángulo del turismo, sino desde donde se producen las realidades. Solo somos una humanidad. No existen todas las cosas que luego nosotros nos inventamos y con las que muchas veces acertamos, y otras no. Probablemente le daría pistas (a Trump) para que volvamos a tener un poquito más de humanidad. Pero de buen rollo, que yo lo hago todo de buen rollo, no tengo acritud. Lo he dicho como figurado, pero si me preguntas si fuera posible, sería el que llevaría porque viviría cosas que están muy alejadas de su realidad.

Etiquetado en:
Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Te recomendamos en Más motor