Una amarilla trastoca a Palou, pero está más cerca del líder

Álex Palou acabó quinto en el GP de Alabama de la Indycar marcado por una bandera amarilla que trastocó todas las estrategias y no favoreció a ninguno de los tres los primeros en parrilla. Ganó McLaughlin, que partía cuarto, beneficiado por el planteamiento magistral de Penske y un warning, segundo fue Grosjean, poleman, y tercero otro Penske, Power, 11º en la salida. O’Ward fue cuarto por delante del español, quien salía a la carrera segundo pero dio por bueno el resultado que le mantiene en la lucha por el título.

Arrancó agresivo el mexicano de McLaren, con un intento de asaltar el liderato desde la tercera plaza. Su aspiración se cumplió sólo a medias y sólo un rato, llegó a ganarle la posición a Palou, que tardó poco en recuperarla, pero no a Grosjean. Luego intentaría el español atacar al francés, en una tímida maniobra más de presión que de derribo. Porque Ericsson, líder del campeonato, andaba aún fuera del top-10. Y aquí, que se prima la regularidad, cada punto es oro.

Las primeras acciones dejaron paso a una situación estable por delante, con las posiciones y los ritmos constantes para poder estirar el primer stint y no comprometer los siguientes con los neumáticos más duros. En la primera parada, que alborotó todo por las diversas estrategias, perdió terreno Palou con O’Ward y pudo defenderse de Dixon en la novena plaza. El bajón vino propiciado por la otra estrategia (planeada a 3 paradas) que llevaban los líderes, Newgarden. McLaughlin, Rossi y Power, con un segundo rush con los Firestone blandos. La amarilla de Ray Robb puso a trabajar a los estrategas y abrió posibilidades a todos. Al español no le vino bien, porque invitó a los que iban a pie cambiado a la fiesta, e incluso parecían tener ventaja, como el caso de Lungaard, que arrebató momentáneamente el cuarto puesto a Palou. Además, Grosjean, que rápido vio el peligro de ‘los otros’, comenzó a aumentar el ritmo, y con ello la distancia.

En la última parada Palou insistió en el duro y la carrera dio la razón a los que apostaron por las tres paradas de inicio, como demostró el liderato de McLaughlin, encontrándose otra vez a la salida de boxes con Grosjean. En St. Petersburg los dos quedaron fueran de carrera, y en Barber volvieron a tocarse. Primero el francés superó al neozelandés aunque tras un error del líder el de Penske se alzó al liderato a falta de 17 vueltas para ir al victory lane. También Power fue otro de los beneficiados, tercero para cerrar el podio. O’Ward y Palou, cuarto y quinto, ya casi descartados, peleaban por buenos puntos de cara al campeonato, que ya afronta el mes Indianápolis. El mexicano aguantó los empujes finales del español, que a pesar de que aspiraba a la victoria dio por bueno los puntos logrados que le mantienen vivo el sueño del campeonato, del que es tercero a nueve puntos del líder.

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Así va el campeonato

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