“Todavía tiene que llegar lo mejor”

En Audi sabían que no iba a ser fácil, pero han aprendido mucho en sus dos primeros años dakarianos y si se cumple el refrán, a la tercera irá la vencida. Carlos Sainz y Lucas Cruz regresan al Dakar (del 5 al 19 de enero en Arabia Saudí) preparados para la edición más exigente del rally desde que llegó a territorio saudí y lo hacen, con mucha experiencia al volante y cargados de energía positiva. Será una edición especial, con tintes de despedida en esa iniciativa con la que la marca de los cuatro aros ha convocado a los aficionados a trasladar todo su apoyo hacia una pareja, que no estará sola en el desierto.

Nada tendrá que ver el asfalto del Circuito del Jarama, donde se ha llevado a cabo esa reunión que se ha convertido en todo un preludio hacia la fecha que les lleva al Dakar, con la arena que se encontrarán en el desierto. Pero el RS Q e-tron está preparado para un desafío donde la primera victoria llegó en los despachos. Audi ha conseguido equilibrar, aunque no de la manera en la que les gustaría, su desventaja en términos de potencia con los principales rivales. Pero sobre todo, darle un coche a Sainz en su 17º participación cargado de progresos, que le llena de confianza a la hora de establecer objetivos.

El madrileño ya está “concentrado al 100% en el Dakar de 2024 y todavía tiene que llegar lo mejor”. ¿Se refiere a la victoria? “En Marruecos no fue todo redondo, pero espero que todas las pruebas que hemos llevado a cabo nos den el resultado que esperamos”. La primera prueba llegó en Arabia, con Carlos sin secuelas de una lesión de costillas (que sufrió en la novena etapa de la pasada edición) que pudo “recuperar bien” en apenas cuatro meses. Después Zaragoza, la Baja Aragón, el regreso al país africano y por último unas pequeñas pruebas en Francia donde no se han dejado nada. “Hemos tratado todas las líneas posibles, es el mejor Audi de los tres años. Las suspensiones el año pasado nos dieron quebraderos de cabeza y hemos creado un coche más efectivo y confortable”, reconoce el español, “sobre un proyecto que sigue siendo un poco locura”: “Hay que ser muy valiente como ha sido Audi para hacer este proyecto de coche y salir a ganar el Dakar”.

Sainz apunta a la victoria

Las palabras acaban delatando al madrileño, ya que el objetivo de la marca de los cuatro aros es una victoria que Carlos ya ha conseguido hasta en tres ocasiones (2010, 2018 y 2020). Son conscientes de que el Touareg lo decidirán los pequeños detalles, sobre todo porque suyo es el triunfo más apretado en un Dakar (se impusieron por 2:12 en su estreno como vencedores), pero como recuerda Lucas Cruz, “el trabajo está hecho y estamos listos para empezar el día cinco”. Es evidente que ni siquiera las adversidades han conseguido tumbar la ilusión de una pareja que solo espera “respeto” cuando decidan qué pasará en el futuro. Pero hasta entonces Sainz trabajará por que se le recordase “por ser un tío machacón y perseverante, que dio todo por intentar conseguir los éxitos”.

Después de no haber descansado con “sesiones de test largas hasta después de que se ponga el sol, para seguir buscado esa pequeña mejora que te lleva a otra mejora”, como remarca Lucas, son conscientes de que la parte tecnológica seguirá siendo “un hándicap a pesar de la obra de ingeniería brutal” que ha llevado a cabo Audi con el RS Q e-tron. Pero afortunadamente son más las virtudes de un coche “que parecía de ciencia ficción, por el que se ha hecho un gran esfuerzo” que se traduce en resultados. Y los recuerda Carlos: “Hemos ganado etapas y hemos estado desde el minuto uno liderando”.

Ahora, en un presente donde “la buena noticia es que el año pasado se volvió a un ‘roadbook’ que era el que todos conocíamos y sin trampas que podían hacer pasar cualquier cosa”, esperan “poder estar luchando hasta el final este año” en un recorrido duro donde los mensajes de apoyo serán fundamentales: “Nos ayudarán a subir alguna duna que nos cueste un poco más y como le digo a Carlos (Sainz, su hijo), ‘acuérdate que iré en el alerón agarrado detrás de ti empujando”. Carlos tiene a su padre y Audi, tiene a Sainz. O lo que es lo mismo, velocidad y talento.

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