“Tengo mucha rabia y aquí la puedo sacar”
Sandra Gómez, piloto española del Mundial de Hard Enduro, cuenta su experiencia en una de las disciplinas más radicales y exigentes del motociclismo profesional.
Sandra Gómez Cantero sabe lo que es el éxito al más alto nivel internacional del motociclismo femenino. Fue campeona del mundo por equipos en el Trial de las Naciones en 2008 y dos veces campeona de España de la misma disciplina, además de haber obtenido varias medallas en los X-Games, el icónico evento de los deportes extremos. Sin embargo, su incontenible espíritu necesitaba un nuevo desafío y lo ha encontrado en la salvaje disciplina del Hard Enduro. Si la modalidad del enduro convencional se practica en estrechos caminos de campo, bosque y montaña, y resulta por sí misma suficientemente exigente incluso para el nivel de cualquier aficionado, el Hard Enduro a nivel profesional se encuentra varios niveles más allá.
Nuestra protagonista nació el 23 de enero de 1993 en Cercedilla, la localidad en pleno corazón de la sierra madrileña con una larga tradición para la moto de campo. Mide 1′70 y pesa 58 kilos. Además de su condición de deportista de élite, esquía, corre, escala, monta en bici de montaña y carretera, practica natación, camina y también practica el sanísimo arte de quemar gasolina. Entre semana se desplaza en una Yamaha T-Max y su mayor sueño deportivo sería ganar los X-Games y el Mundial de Hard Enduro. Sin ir más lejos, nos la hemos encontrado en la ronda española del Campeonato del Mundo de Hard Enduro en Aguilar de Campoo (Palencia), un evento denominado 24MX Hixpania Hard Enduro en el que ha vuelto a medirse con los 25 mejores pilotos del mundo, todos hombres, de esta espectacular y durísima especialidad.
-Antes de nada, ha sido un absoluto espectáculo verla competir en la Hixpania Hard Enduro, una disciplina de motociclismo extrema que debería ser más conocida por el gran público. ¿Qué tipo de entrenamiento realiza para preparar una prueba de Hard Enduro?
-Entreno en moto todo lo posible, tramos cronometrados para coger velocidad y ser buena girando en los sitios rápidos, que es lo que básicamente tenemos en días de etapa prólogo, y luego practico mucho hard enduro, que son los tramos más difíciles que nos encontramos el día de la carrera en el Mundial o en un campeonato nacional. También tienes que entrenar motocross para coger velocidad o trial para un pilotaje más técnico. El enduro es en realidad una mezcla de distintas disciplinas, así que entrenas todas las que te es posible.
-¿Qué acogida ve que tenéis las mujeres piloto en el Hard Enduro?
-¿Acogida? ¡Toda! Yo me siento un piloto más, pero creo que me he tenido que ganar el sitio. En las primeras carreras, evidentemente no te toman en serio y, bueno, al cabo de los años, cuando terminas la Romaniacs, o de estar en segunda línea en la Ezberg, de dar muchas vueltas y de ganar a unos cuantos rivales, te ganas el sitio y eres uno más.
-¿Cuesta más ganarse ese sitio si eres mujer?
-Cuesta más que te tomen en serio, de hecho, no hay ninguna chica que sea piloto oficial en ninguna marca. Todavía no nos han tomado en serio en ese punto, pero con los demás pilotos es comparable a que llegue un junior y haga una carrera buena y digan: “Mira este…”. Ese junior, si hace muchas carreras buenas, se va ganando el sitio.
-¿Qué es lo que más le atrae del Hard Enduro? ¿Cuál es mayor desafío para el piloto?
-El ambiente es una pasada, somos todos colegas, pero competimos unos contra otros, así que, si tienes que pasar por encima de la moto de otro piloto, pasas, pero cuando acaba la carrera te tomas un par de cervezas con ese mismo piloto cuya moto has pasado por encima. Hay muy buen rollo y eso es una pasada. La carrera en sí, en la que el público está cerca, es brutal. En otro tipo de carreras, como Romaniacs o el XRoss en Serbia, en las que te tienes que buscar la vida con un GPS y los días son muy largos, la sensación de superación que te da todo eso es increíble. Las carreras cortas, como Ezberg, imposibles, también son un desafío. Te tiene que salir todo perfecto, porque hay otras carreras en las que te puedes permitir fallos porque hay más días y más horas compitiendo, pero también lo tienes que gestionar bien porque mentalmente es muy duro.
-En cuanto a este punto, ¿qué hace diferente a Hixpania de otras carreras del Mundial?
-En la carrera prólogo de Aguilar de Campoo es un poco distinto porque es un tramo más endurero con pequeños tramos de Hard Enduro, tienes que haber entrenado tramos cronometrados y cross porque tienes que ser muy rápido. En cambio, en un Romaniacs, por ejemplo, hay que llevar un ritmo más lento porque el día es mucho más largo. Al final, cuatro horas para nosotros son un sprint.
-Compite al más alto nivel en disciplinas de la moto que demandan una gran forma física. Actualmente hay estudios que demuestran que si se tiene en cuenta el ciclo menstrual a la hora de organizar el entrenamiento se puede aumentar el rendimiento y evitar lesiones; en su caso, ¿lo tiene en cuenta?
-Empecé en el Mundial de Trial con 14 años. De los 20 a los 24 mi cuerpo estuvo muy raro, no era capaz de adelgazar y no estaba fibrosa. Fueron unos años frustrantes porque trabajaba y no veía resultados. La regla me venía con normalidad, pero estamos hablando de trial. En cuanto comencé con el Hard Enduro e hice las carreras realmente duras, todo se alteró. Después mi cuerpo se tranquilizó y me quedé como estoy ahora [físicamente hablando] y llevo así años. Pero en cuanto a la regla, iba y venía; igual no me venía en tres meses y ahora hago lo que hacemos muchas deportistas, lo llevo controlado con los médicos y elegimos cuándo nos viene la regla, así salvas carreras duras y lo tienes controlado con pastillas. Si no, sería una locura, que es lo que me pasaba antes. Son “cosas de chicas”, como dicen las abuelas, que tenemos que tener en cuenta. Pero bueno, con los médicos yo lo estoy solventando bastante bien y estoy satisfecha.
-¿Cuál fue la ‘chispa’ que le llevó a competir en Hard Enduro?
-En trial llevaba años jugándome el campeonato del mundo y mi hermano [el piloto Alfredo Gómez] se había pasado al Hard Enduro, o sea, que lo tenía a la vuelta de la esquina. Fui probando en carreras a partir de los X-Games, que competí en ellos y conseguí algunas medallas. Tenía una moto de enduro, entrenaba súper enduro y fui probando carreras porque, ya que iba mi hermano Alfredo, cuando yo tenía libre iba con él. Y me gustó ese ambiente, con todo ese público gritando. En trial iba loca entre cada zona, así que me sirvió para ir como una loca en el súper enduro. He encontrado mi deporte, al final. Venía de otra disciplina y en esta creo que puedo ser más yo. Tenía mucha rabia y aquí la puedo sacar. En cualquier otro deporte más tranquilo no la podía sacar.
-¿Qué barreras ha encontrado, si es que ha encontrado alguna, para llegar a ser una deportista de alto nivel?
-Hay muchas barreras todavía. De hecho, no he conseguido ser piloto oficial de ninguna marca en Hard Enduro. Menos mal que tengo otros sponsors y gracias a ellos sobrevivo, pero también tengo que tener dos o tres trabajos a la vista para vivir. Me considero profesional porque esto es lo primero que hago y entreno como un profesional, pero necesito tener otros ingresos para sobrevivir.
-¿Cree que está abriendo camino para que otras chicas vengan detrás? Desde que usted empezó hasta ahora, ¿ha visto una evolución?
-Me gusta pensar que sí. Hay años que parece que sube, otros que parece que baja, he dado cursos en Rumanía y en Israel solo para chicas, y también en España. Hay chicas de unos 16 o 18 años que van muy bien. Si siguen, si se las ayuda un poco y se las mantiene motivadas, que también es importante, si no les ponen muchas barreras, pues seguirán. En mi caso, tuve mucha suerte por la familia que tengo. Mi hermano es piloto profesional y muchas cosas te llegan por detrás y mis padres están todo el día con nosotros. Si no se dieran esas condiciones, yo no sé si hubiera llegado hasta aquí. Si mi maestro no hubiese sido el número uno del mundo, sería mucho más complicado. Intento ayudar a esas chicas cuando puedo y siempre me estoy fijando en ellas, aunque solo pueda motivarlas. Si a alguna de ellas puedo servirle como referente, para mí será un orgullo.
-En Hard Enduro, como en MotoGP, hombres y mujeres compiten en la misma categoría sin distinción por sexo, como sí ocurre en otros deportes. ¿Cree que el Hard Enduro debería contar con una categoría femenina?
-Debería haber una diferenciación porque los cuerpos de hombre y mujer son diferentes y en el Hard Enduro se necesita mucha fuerza. Debería haberla, pero hoy por hoy no hay suficiente número de chicas para que exista una categoría. Somos pioneras y tenemos que aceptar que sea así.
-¿Cómo ve la evolución del hard enduro femenino de aquí a diez años?
-La veo lenta, pero hay que tener en cuenta que el Mundial de Hard Enduro no tiene muchos años. Pero hay muchas chicas en el mundo que montan en moto y las hay que montan muy bien, pero también necesitan creerse que montan bien. Si te animas a competir es realmente cuando ves dónde está tu nivel. Y en las primeras carreras siempre lo vas a hacer peor porque hay nervios y otros factores, pero espero que, de aquí a diez años, tengamos un campeonato del mundo femenino. Esas niñas de 16 o 18 años están a tope.
-¿Qué le aconseja a esas chicas que quieren hacerse profesionales?
-Que no se rindan porque es un mundo precioso, con todo lo que viajas, lo que llegas a conocer fuera y las carreras, que las hay de todo tipo y es algo precioso del Hard Enduro. En otros deportes, como en MotoGP, siempre hay asfalto, aunque corran a Indonesia o los Estados Unidos, pero en el Hard Enduro cada carrera es un mundo y eso es lo que atrae. Les animo a que sigan porque van a flipar con lo que realmente es el Mundial y su ambiente. Pero se lo tienen que creer, hasta yo misma me lo sigo aplicando porque a veces también me lo tienen que recordar que me lo crea.
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