“Si juegas todas las cartas al Dakar, es complicado”

“La parte positiva es difícil de encontrar”, con respecto a lo que ha sido la primera semana del Dakar para Sainz. Un accidente dejó al madrileño fuera de la lucha por el Toaureg en la sexta etapa y pese a la dureza que eso supone, Carlos la asume: “Hay que aceptarlo así, sacar la parte positiva y ser optimsta”. ¿Cuál es esa parte positiva? “Es difícil de encontrar (risas) después del susto que nos dimos los pilotos y copilotos”, pero eso ya forma parte del pasado. A partir de ahora comienza una segunda mitad donde “el objetivo es aprender y ganar etapas”, comienza un nuevo desafío y lo importante es que, pese a todo, “el Dakar de este año, a pesar del resultado, me gusta mucho”. Las sensaciones están siendo positivas, “es un Dakar muy completo, con etapas muy duras y eso quiero que se ponga en perspectiva también”.

A pesar de que hay mucho sobre lo que lamentarse, lo mejor es resaltar todo lo positivo que está teniendo una edición donde, “hasta ahora, el roadbook no ha dado ningún problema”. Uno de los mayores quebraderos de cabeza que tuvo Sainz hace tan solo un año está resuelto y la navegación ya no juega “a la ruleta rusa” para decidir al ganador. Más bien se ha encargado de dictarlo la fortuna y quizás, también, la falta de conclusiones con un coche “muy complejo: “Jugar todas las cartas solamente al Dakar y no (hacer) otra carrera, es complicado. Estamos viendo lo complicado que es hacer correr este coche en el desierto, nos hacen falta grandes profesionales detrás, muchos ingenieros, hay que poner a todos de acuerdo, y es un reto mayúsculo”.

A pesar de que son necesarios muchos kilómetros para entender a la perfección el funcionamiento del prototipo híbrido, no existe un plan de cómo afrontarán el resto de temporada. “Palabra de honor que no hay ningún plan hecho”, asegura el madrileño, que vuelve a insistir en la complejidad de un proyecto en el que hablamos “de otra cosa”: ”Es un gran proyecto muy complejo, un reto muy importante, y creo que la gente que no entiende cómo va este coche, no lo valora”. A pesar de todo lo que ha sucedido, incluyendo la variación en las sensaciones con el amortiguador, Carlos sigue resaltando el valor de un proyecto que mantiene su confianza y que por primera vez, ha podido vivir su familia en primera persona: “Es bueno que hayan podido vivir en directo lo que es el Dakar, porque cuando vuelves a casa y lo cuentas, no es lo mismo”. Sobre todo, porque hace falta estar ahí para comprobar su dureza.