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DAKAR

Sainz se marca un plazo: “Hay dos meses para decidir”

El español visitó AS tras conseguir su Touareg “más especial” por el concepto de un Audi que le hizo estar en alerta. Pero “ha sido un reto inmenso con final feliz”.

23/01/24 PERIODICO REDACCION DE DIARIO AS DIARIOAS
VISITA DE CARLOS SAINZ GANADOR DEL DAKAR 2024
23/01/24 PERIODICO REDACCION DE DIARIO AS DIARIOAS VISITA DE CARLOS SAINZ GANADOR DEL DAKAR 2024CHEMA DIAZDiarioAS

Cada Dakar tiene su propia historia y es diferente, pero hasta en cuatro ocasiones la carrera más dura del mundo ha contado el mismo final. Con Carlos Sainz como protagonista, el relato concluía con la victoria de un piloto que llegó al desierto por casualidad. “No sabía si me iba a gustar porque nunca conduje ni un kilómetro de dunas antes”, reconoce el español en su visita a AS, donde estuvo acompañado por un cuarto Touareg que llegó junto a Audi, pero después de 17 participaciones la duda está completamente despejada. Aunque su ADN “siempre es más de rallys que de raids”, el madrileño le ha cogido el gusto a la carrera, el desierto le ha hecho más polivalente y esa necesidad por llevarlo todo al límite se ha impregnado ahora en una prueba que ha sido más exigente que nunca.

“Si analizas lo que ha pasado cada día y ves cómo se han ido eliminando, te das cuenta de que ha sido un Dakar duro”, comienza explicando Carlos, sobre una edición donde más allá de las exigencias del propio desierto también encontró resistencia en sus adversarios: “Se dio una cosa que antes no pasaba, hay más coches buenos y pilotos buenos para luchar por la victoria y he tenido más rivales que nunca, sin duda. Diría que hasta 10 o 12 candidatos posibles”. La estimación del español hace que se deba tener en cuenta a las nuevas generaciones por las que apostó Toyota, aunque siempre hubo rivales más temidos que otros: “Peterhansel, Loeb, Nasser (Al Attiyah)... al final es cierto que con ellos me llevo peleando desde que llegué al Dakar, pero ahora hay que contar con más gente como Ekstrom, que es cuestión de tiempo el que gane, o el propio Loeb, que va a ganar como mínimo un Dakar y eso lo firmo aquí ya mismo”.

Precisamente a su compañero se le escapó el triunfo en la séptima etapa por un fallo mecánico que le dejó fuera de juego cuando marchaba segundo de la general. La baja de Ekstrom suponía la segunda de Audi ya que anteriormente le tocó la cruz a Peterhansel, y aunque ese momento parecía el más preocupante para un Carlos que se quedaba solo ante el peligro, el español no esperó a los problemas para estar alerta: “Estuve alerta todo el rally. Es un coche que te obliga a estarlo, si no sería engañarnos, y por eso la satisfacción de la victoria. No es un coche convencional, Audi ha sido muy valiente creando este concepto de coche y había mucho riesgo de que pasase algo. Pero estamos hablando de Audi y han demostrado que se podía ganar”.

“Ha sido un reto inmenso con final feliz”

¿Esperaba que fuese todo tan complejo cuando se unió al proyecto? “Cuando te lo explican, como todo demasiado complicado si que piensas que realmente tiene mérito el atreverse a hacer todo esto. Pero cuando empecé a trabajar me di cuenta de que era más de lo que me imaginaba. Y el tiempo ha ido demostrando que claramente era un reto inmenso, pero que ha tenido un final feliz”. Precisamente ese desenlace hace que este Touareg, “por el coche”, sea el más especial de los cuatro que ha logrado Sainz (Volkswagen 2010, Peugeot 2018, Mini 2020 y Audi 2024). Y a pesar de que pueda llamar la atención que el triunfo final no haya estado acompañado de alguno parcial en las etapas, este dato “es 100% anecdótico”.

La filosofía que se instauró en Audi en general y el lado de Sainz en particular, fue superar un día a día donde la victoria no parecía una prioridad. “El objetivo era ganar el rally y para ganar el rally, hubo un par de veces que tocó hacer estrategia (como en la 48 horas donde perdieron tres minutos adrede para no salir abriendo pista en el Empty Quarter)” y eso significó en más de una ocasión renunciar a la victoria: Pero no se debe caer en la equivocación, “el Dakar no se ha ganado por estrategia”: “Se ha ganado por eso, sí, pero también hay que correr más que los demás. No he ganado (ninguna etapa), pero si miras por qué no se ha ganado te das cuenta de que es anecdótico. Para ganar un Dakar tienes que ser más rápido que los demás y en este caso, hacer una buena estrategia”.

Durante todo ese proceso hubo una figura clave dentro del Audi que acompañó a Carlos y ayudó a que el plan saliese bien. En una edición donde el roadbook no fue una lotería, pero sí contó con ciertas complejidades que provocaron errores en otras tripulaciones, la labor de Lucas Cruz fue impecable: “A nivel de copilotaje lo dije y lo digo, ha hecho el mejor Dakar conmigo de siempre. Ha sido espectacular, un día además tuvimos un problema, el primer día, que veníamos ganando de calle pero pinchamos dos ruedas. Tuvimos que recuperar un pinchazo lento después de otro más y al meterle aire, hubo un problema con la pistola y Lucas lo solucionó. Yo pensaba que ahí se había acabado todo, había que esperar al camión porque no venía ningún Audi detrás, pero lo solucionó, metimos aire y fuimos hasta el final”.

“En mi familia no se han atrevido a hablar de la retirada”

El Dakar de Lucas ha sido “extraordinario” y además, ha ido acompañado de alguna que otra lección: “Me ha regañado mucho más que en otras ocasiones y eso me ha gustado”. ¿Se imagina Carlos sin su hombre de confianza de nuevo en el desierto? “No me ha dicho que quiera dejarlo y tampoco le veo con ganas de hacerlo”. El español da por seguro la continuidad de su copiloto mientras la suya propia está en duda. Por delante “hay dos meses para decidir”, aunque el tema ni siquiera se ha puesto en debate: “En mi familia nadie se ha atrevido de momento a decirme nada ni a hablar del futuro del Dakar. Ahora estamos disfrutando de esta victoria y el tema (de la retirada) no está encima de la mesa, no ha llegado ese debate todavía”.

Cuando llegue el momento habrá que poner una serie de cuestiones sobre la balanza: " Y ahora ¿en qué corro? ¿Es un proyecto ganador? ¿Es un proyecto no ganador? ¿Es un proyecto que me apetece? ¿Es un proyecto que no me apetece? ¿Con quién es? ¿A estas alturas de mi carrera deportiva me apetece ir a correr aquí?”. A todas esas preguntas Carlos reconoce que debe añadirle “todo el tema personal, el tema familiar, el tema físico, el tema de si estás dispuesto a ciertas cosas y luego está la parte mecánica, la parte del coche y la parte del propio equipo humano”. Cuando ponga todo eso sobre la balanza tomará una decisión, pero “vaya hacia un lado o hacia otro, deben respetarme sin chascarrillos fáciles”. Porque un posible adiós, no debe estar relacionado con la falta de velocidad.

“Cuando decidí dejar el Mundial de Rallys, no es que sintiese que no podía. Ese año gané el Rally de Argentina, por ejemplo, pero simplemente decidí que no me compensaba”, argumenta Sainz sobre una decisión donde la edad cumplirá un papel importante. La experiencia del mismo piloto que reconoce que “trabajar en la puesta a punto del coche” es uno de sus puntos más fuertes, le dice que “entrar en un proyecto nuevo y ganar el primer año es muy difícil o prácticamente imposible. Mínimo, son dos años”. Y aunque para el español “que Audi pensase en un piloto veterano como yo fue un orgullo”, ahora enrolarse en una aventura como la de Ford puede complicar sus opciones de volver a ganar: “La edad juega en mi contra”.

“Todo a un cartucho”

Sainz no irá al Dakar “para sufrir, porque entonces no te compensa”. El proyecto de Dacia, que será “un copia y pega” del Hunter actual con el que compitió BRX, está completo (por Al Attiyah, Loeb y Cristina Gutiérrez), Ford “va a entrar” de nuevas y esa es la pega al programa de la estructura americana, mientras que Toyota ha apostado por el talento joven... aunque un reencuentro sería especial: “Fui el primer piloto campeón del mundo con una marca japonesa (en el Mundial de Rallys) y mi historia con Toyota es muy potente”. ¿Eso quiere decir que el español pondría en valor encontrar un hueco entre las nuevas generaciones? “Yo creo que lo mejor es la mezcla. Es bonito cuando juntas veteranía y juventud porque tienes las dos cosas, y además, tener a alguien de referencia para que no te haga ir por el camino que no toca siempre es bueno”.

Recalar de nuevo en Toyota sería una manera emotiva de cerrar una trayectoria de éxitos donde, a pesar de todo, el español siempre se ha sentido “muy respetado y muy apoyado”. “Eso no lo cambias por nada”, dice un Sainz emocionado, para el que llegar al seno del fabricante japonés también sería una especie de garantía en una carrera “donde lo malo, como en las 24 Horas de Le Mans, es que te lo juegas todo a un cartucho y si fallas tienes que esperar otro año”, que a estas alturas, puede no llegar.

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