Mini lanza su ofensiva
La marca alemana presenta su nueva creación: un T1+ desarrollado de la mano de X-Raid para plantar cara a Toyota y Audi en la clase reina de los coches de raids.
A proyectos ambiciosos, le siguen objetivos ambiciosos. Y el de Mini en el Dakar, ahora que llegan renovados, es el de ocupar parte del protagonismo en la lucha por la victoria. De partida se antoja complicado debido al reto que afrontan para este 2023, pero hablando de la mítica carrera en el desierto, todo puede pasar. Sobre todo ahora que la marca alemana ha desarrollado su prototipo T1+ para plantar cara a Toyota y Audi en la clase reina de los coches de raids. Ambas dos fueron pioneras en la creación de este tipo de modelos y ahora, tendrán un tercer compañero bautizado como John Cooper Works Rally Plus.
Mini ha desvelado hoy el coche que les acompañará al desierto (competirá con dos prototipos), desarrollado junto a X-Raid para traer como resultado una máquina que cumple con todas las características que requiere la FIA para el grupo de los T1+ con tracción integral. Pese a la evolución, el modelo conserva en muchas áreas esa apariencia típica de la marca alemana que le dio a Carlos Sainz su último Dakar (al volante del Mini John Cooper Works Buggy), pero se trata de un prototipo agresivo, que ha ganado en términos de refrigeración gracias a una aerodinámica muy marcada entre la que destaca un frente más largo y ancho y las alas más anchas.
También crecen las ruedas, con neumáticos más grandes, y aumenta el recorrido de suspensión. Y aunque pueda parecer demasiada novedad de cara al exterior, su silueta sigue siendo inconfundible ya que los cambios simplemente forman parte de una renovación, que también se ha producido de manera interna. Su músculo principal, el motor, adoptará el biodiésel de segunda generación como combustible siguiendo la tendencia de la carrera hacia el lado más sostenible del motorsport ya que como reconoce Sven Quandt, “sin sostenibilidad no habrá más automovilismo”.
Y precisamente más, es lo que busca Mini con un prototipo que, de partida, se antoja complicado que pueda estar a la altura de los que serán a partir de ahora sus rivales directos. La ventaja de Toyota y Audi en la categoría es incuestionable, pero lo interesante de este proyecto será ver cuál es su evolución en carrera. Llegan justos de kilometraje, de hecho hasta hace una semana no se cerró la evolución de un prototipo que ni siquiera ha competido, pero lo más importante es que la marca alemana celebrará su debut el próximo 31 de diciembre en la competición más exigente de todas. Kuba Przygonski (que tendrá al español Armand Monleón como copiloto) y Sebastian Halpern, serán sus pilotos y Joan Navarro, el project leader de una creación tan interesante, como ambiciosa. A nivel competitivo, el desierto dirá.