Las tres décimas interminables que separan a Red Bull de Ferrari

Adrian Newey revela en su autobiografía que siempre busca la solución más compleja ante un problema, en este caso aerodinámico, para asegurarse de que a los rivales les cueste mucho más resolver el acertijo. El RB20 es un puzle perfecto. Según los analistas técnicos del paddock, el equipo de diseño de la casa de Milton Keynes es el único que ha sabido dividir el flujo de aire y conducirlo en dos direcciones sin perder prestaciones. Eso permite a Red Bull presentar un monoplaza con unos pontones huecos y unas tomas de aire prácticamente verticales.

El coche de Verstappen y Pérez no pierde carga aerodinámica y refuerza su escasa resistencia al aire. En definitiva, son los mejores tanto en las rectas como en las curvas, y tanto en clasificación como en carrera. Ya ha sido así en los años recientes, desde el cambio de reglas de 2022: Red Bull ha ganado 40 carreras de las últimas 46 (el 87% bajo esta normativa). Al principio su ventaja se cimentó en la ausencia de porpoising: mientras los rivales intentaban eliminar el incómodo rebote, Newey y el resto de aerodinámicos de Red Bull ya lo habían anticipado, así que podían añadir prestaciones y evolucionar su concepto. Ahora ese rebote está más o menos controlado en todas las escuderías, pero Red Bull ha sido capaz de llevar al extremo todos los elementos aerodinámicos cuando el resto comienza a explorar posibilidades para sus monoplazas.

Eso no evita que haya fluctuaciones en el rendimiento del top-5. Si se comparan los datos de Arabia Saudí 2023 y 2024 se aprecian esos cambios de tendencia. En clasificación, Ferrari ha cedido prestaciones voluntariamente con su cambio de concepto: el año pasado estaban a 0.155 de Red Bull y ahora, a algo más de tres décimas. Eso les permite reforzar su actuación los domingos. Aston Martin se ha acercado (de 0.465 a 0.374). McLaren progresa mucho, aunque la comparación se hace con el peor momento del equipo de Woking en 2023; a finales del año estaban en una situación similar, o incluso mejor que la actual. Mercedes está más atrás.

Ritmo de carrera

En carrera, sin embargo, las variaciones son mayores. Ferrari perdió una media de 0.373 segundos contra Verstappen en cada vuelta del pasado GP de Arabia Saudí, cuando en 2023 la cifra ascendía a 0.718. Han recortado, efectivamente, la mitad de la desventaja. De hecho, es el monoplaza que más cerca ha estado de Red Bull en cuanto a ritmo en estos dos años en Jeddah Corniche. Aston Martin hace el camino contrario, Alonso perdió 0.715 por vuelta con respecto a Max; en 2023 fueron 0.415 (frente a Pérez, ganador aquel día). El caso de McLaren de nuevo no es representativo, porque la diferencia de prestaciones es enorme. Mercedes se aleja de Red Bull, si bien no ayuda la estrategia errática con Hamilton y el hecho de que Fernando mantuviera bajo control a Russell con un W15 que tenía más ritmo que el AMR24.

Como dicen los jefes de equipo y los pilotos, hará falta un abanico más amplio de circuitos para extraer conclusiones claras sobre las diferencias entre coches en 2024. Melbourne será similar a Yeda, después vienen dos circuitos muy exigentes aerodinámicamente, Suzuka y Shanghái. Tampoco habrá grandes sorpresas: Red Bull estará delante en todos los apartados.

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