Isidre Esteve aprieta para el Dakar: “Podemos correr más que nunca”

Ya descubrió el desierto con la mayoría de edad cumplida en el Dakar, pero también, con un Toyota que se ha convertido en su mejor aliado. Y la respuesta de Isidre Esteve sobre si está preparado para volver a por la 46ª edición del rally más duro del mundo, la 19ª a nivel personal y décima al volante, fue rotunda: “Sin duda”. El año se ha hecho largo esperando un momento que afronta su cuenta atrás, de nuevo, a los manos de uno de los coches más codiciados de la categoría reina. El español vuelve con el Repsol Toyota Rally Team y un Hilux que ya resulta más familiar y con el que tienen un objetivo claro: conseguir lo que hace tan sólo un año le impidió la mecánica. El top-20 (”pero acabando más cerca de los 10 primeros”) es la meta de un proyecto ambicioso, “un equipo distinto” y una “forma de vida” que le lleva de nuevo a Arabia Saudí en busca de una recompensa que obtendrán tras 15 días “muy exigentes” donde son realistas: “Sabemos que pasarán cosas”.

El desierto resulta impredecible para todos e incluso para el coche que ha dominado la categoría de coches en los últimos años. En 2023 el Toyota de Isidre dijo basta en las dunas del Empty Quarter y tras más de cuatro horas de trabajo por parte de Txema Villalobos, el “amigo, compañero y copiloto” del piloto español, pudieron llegar a un vivac desde el que ahora arrancarán “con la confianza de saber que podemos ser cada vez más competitivos”. La edición de 2024 genera tanta expectación como exigencia: “Esta edición va a ser más exigente, nunca es fácil y es imposible tener un Dakar perfecto. Incluso el ganador tendrá problemas y se trata de encontrar soluciones y ser conscientes de que a los demás también les pueden suceder cosas”.

Afortunadamente, salvo grandes contratiempos, podrán ganarle tiempo al crono con un Toyota que ya es más conocido. Será la segunda aventura de Isidre a los mandos del Hilux y la octava con un proyecto “que no es fácil” sacar adelante, pero que han conseguido mantener gracias “a un valor humano increíble” que ha hecho de lo que parecía imposible una realidad. Competir en primera fila es fundamental en esta nueva realidad del Dakar para sentirse competitivo: “Hay un nivel técnico impresionante y queríamos un coche que nos permite tener las mismas condiciones que el resto. El Dakar es cada vez más exigente, el actual no tiene nada que ver con hace varios años en África porque no había dificultad y ahora (la dificultad) es enorme. Si no tienes material de primera línea no puedes estar ahí”. Y lo consiguieron. Se concedió el deseo de un prototipo referente y junto a “un gran equipo”, no hay dudas: “Seremos competitivos”.

Cuánto lo marcará el crono, pero la realidad es una: “Podemos correr más que nunca”. El año no ha sido en valde. Desde que regresaron de Arabia se pusieron a limar todos esos detalles (mejora de suspensiones, del comportamiento y ajustes del baquet) que diesen ese poco más que marca la diferencia entre cumplir tus objetivos y quedarte fuera de ellos. Por eso, tras varios retoques que les han permitido tener “un coche más puesto a punto” donde el carburante será un 70% renovable gracias a Repsol, vuelven a soñar con el top-20 de una categoría con 72 participantes y pequeñas diferencias mecánicas.

¿Qué pondrá los matices ante la igualdad? “La experiencia es importante”, reconoce un Esteve que ya cuenta con ello, y ahora sólo necesita un poco más: “Que no nos ocurran grandes problemas”. Pero él mismo conoce la realidad. “El Dakar es una carrera donde pasan muchas cosas”, pero al fin y al cabo “si no fuese así, no tendría la magnitud que tiene”. Por lo que hay que volver a superarse de una manera peculiar. “Otros pilotos no serían capaces de hacer todo eso con las manos”, recuerda Txema, pero lo cierto es que Isidre no es como los demás. Ante toda su gratitud hacia aquellos que sacan el proyecto adelante, no deben olvidar que a él también hay mucho que agradecerle.

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