“Es momento de otros objetivos”

Vino a la cita en las oficinas de Red Bull en Madrid sin medalla, placa dorada ni trofeo alguno. “Mi abuelo se lo ha llevado todo a casa”, confesaba. Pero lo que sí lucía Jorge Prado (23 años, Lugo) en su encuentro con AS era la sonrisa de campeón. Eso era suficiente. Acaba de lograr ganar la máxima categoría del Mundial de motocross, MXGP, por segundo año consecutivo y frente a una competencia feroz. Además, con un final perfecto en casa. Todo salió tan redondo que ya piensa en su próximo objetivo: competir en el Supercross americano en 2025.

—Antes de nada, enhorabuena. Vuelve a lucir esa sonrisa que solo tienen los campeones.

—Muchas gracias (sonríe). Ha sido una temporada muy larga, pero hemos podido cumplir una vez más nuestro sueño de ser campeones del mundo, así que muy feliz.

—Además, lo ha hecho frente a esa afición española que vibraba a su paso por cada curva. ¿Cómo ha sido celebrar con ellos este título?

—No podría haber imaginado un final mejor que poder llevarme el título en casa delante de la afición, en mi tierra. Ha sido una cosa espectacular subir al podio, levantar el trofeo de campeón del mundo y poder celebrarlo con todos los fans. Es un recuerdo que me va a quedar en la cabeza grabado para toda mi vida.

—No se le han podido dar mejor las tres carreras españolas, ganó todas.

—Sí, este año han sido tres grandes premios en casa y tres victorias. En casa nadie me ha parado nunca, siempre he podido ganar y eso será por algo, seguramente tener el apoyo de los fans me ha ayudado a conseguirlo. Todo suma y al final nos llevamos el campeonato.

—Ya encadenó dos títulos consecutivos en MX2, pero hacer esto es otro nivel...

—Sí, poder revalidar el título con el número 1 en la moto ha sido un sueño hecho realidad. Empezamos la temporada ganando, después tuvimos algunos percances, problemas mecánicos, un poco de mala suerte, momentos de bajón y luego más victorias. Al final llegamos a la última prueba justos en puntos (9 sobre Gajser), pero nos lo llevamos nosotros.

—Y además ha sido campeón ante dos de los grandes campeones. ¡Vaya temporada que nos han regalado! ¿Ha sido de las mejores que ha vivido?

—Sí, posiblemente este año ha sido el de más nivel de los últimos diez años. Compartir parrilla cada carrera con los mejores pilotos de la última década hace que esta victoria sea aún más bonita. No hubo lesiones por parte de los pilotos de cabeza y eso hizo que fuese una temporada muy apretada. Todo el año ha habido que luchar muchísimo por cada carrera y victoria, pero al final todo esfuerzo tiene su recompensa y pude ser el mejor de todos.

—Han sido 11 victorias de grandes premios, el que más y con diferencia, pero no se ha decidido hasta el final.

—Me hubiera gustado cerrarlo antes para no ir tan al límite (ríe). Tim y yo llegamos a la última carrera prácticamente con las mismas posibilidades de conseguir el título, pero tengo que decir que lograrlo en casa ha sido lo mejor que me podía haber pasado. Haber tenido el apoyo de los fans en la última prueba ha sido lo mejor.

—¿El barro ha sido su peor enemigo esta temporada? Porque carreras como las de Águeda y Maggiora le penalizaron mucho.

—Sí, esas carreras de barro me penalizaron bastante. Creo que también tuve un poco de mala suerte en el sentido de que tuve un fallo mecánico que me dejó fuera de una manga de clasificación y se me fueron diez puntos (en Trentino). Y en otra carrera (en Maggiora), un piloto se cayó justo delante de mí en la salida y me vi involucrado en una caída bastante fuerte con otros pilotos que me pasaron por encima, me destrozaron la moto y se me fueron unos 25 puntos en esa manga. Me hice daño, pero por una parte tuve mala suerte con la caída y por otra bastante suerte de poder continuar con el Mundial sin ningún tipo de problemas. Fueron dos puntos de la temporada claves en los que perdí puntos y tuve que apretar mucho los dientes en esta parte del año para hacerme con el título.

—Gajser lo aprovechó para coger la placa roja y le exigió al máximo, a diferencia del año pasado en el que pudo contemporizar en algunas carreras, este ha tenido que dar lo mejor de sí.

—Sí exacto, han sido dos temporadas muy diferentes. El año pasado fue más de gestionar estando ya en primera posición del campeonato, y este, luchar cada carrera como si fuese la última, pero eso lo hace también más bonito. Hemos luchado como gladiadores todas las carreras y me siento muy orgulloso de todo el trabajo que hemos hecho en cada carrera y entrenamiento, ha valido la pena.

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—Y es que cuando no era Gajser, también estaba Herlings… Ha sido una batalla dura, pero muy respetuosa entre los tres.

—Sí, ha sido muy bonita. Tanto Tim como Jeffrey son grandes campeones, ambos varias veces de la categoría máxima (4 y 2, respectivamente). Hubo mucha competitividad, yo pude ser el mejor entre ellos y me siento muy orgulloso, porque esta temporada sí que estaban todos en pista y pude destacar.

—¿Ha sido el año que más ha disfrutado?

—Yo creo que está ha sido la temporada que más he disfrutado y, posiblemente, también en la que he sufrido más tensión, sobre todo en esta última parte. Creo que llevo cuatro semanas sin poder dormir bien por culpa de la tensión (ríe), por querer que llegasen ya las carreras para poder mostrar que soy el mejor e intentar ganar cada vez que caía la valla. Se ha hecho muy largo.

—¿Cómo hace para soportar esa presión y sobreponerte a ella?

—Creo que uno de mis puntos fuertes es lograr sacar mi 100% cuando hay mucha tensión y presión, por ejemplo, en esta última prueba en la que nos jugábamos todo. Ahí es donde puedo rendir mejor y llevo esa situación de una manera muy buena, es por eso por lo que creo que he conseguido el título, soy mejor piloto bajo presión.

—Si a alguien se le ocurrió poner alguna excusa a su título de 2023 por las lesiones de ambos, este año se han quedado sin argumentos.

—Sí, creo que este año hemos podido cerrar alguna boca y eso es importante también de vez en cuando. (Sonríe).

—¿Ganarles así a los dos en la pista le hace sentir que ha alcanzado otro nivel como piloto?

—Estoy muy contento porque esta temporada he logrado mejorar como piloto, no solo la forma física si no también porque en otras temporadas me costaba remontar cuando tenía malas salidas. Y este año, varias de las carreras que he ganado han sido viniendo desde atrás o muy atrás, y eso me alegra porque yo trabajo todos los días para ser mejor piloto y este año he visto una evolución y me he llevado el campeonato, es todo lo que puedo pedir.

—Ya nos avisó en una entrevista con AS antes del Mundial que se sentía un piloto más completo tras su paso por EE UU y lo ha demostrado.

—Sí, creo que el paso por EE UU me vino bien, sobre todo porque fue algo diferente que llevaba tiempo queriendo hacer y ha hecho que llegase más fresco, en especial mentalmente, con más ganas y más confianza en mí mismo.

—Con su viaje por EE UU en invierno, ha encadenado prácticamente dos temporadas sin descanso, ¿lo ha notado o lo ha gestionado bien?

—Han sido dos años complicados en el sentido físico, trabajando muy duro. Son más de dos años sin parar prácticamente a descansar y eso al cuerpo y a la mente le pasa factura. Estas últimas semanas notaba ya que mi cuerpo estaba llegando un poco al límite y que necesitaba descansar, pero había que dar el último empujón porque se decidía todo ahora. Gracias a la planificación pude rendir a mi 100% y lograr tres victorias en las últimas tres carreras que son las que me han dado el campeonato.

—Algunos de sus mejores momentos los ha vivido en casa con las victorias de Madrid, Lugo y Cózar, ¿ahí, con su público, ya viste lo que supone lucir galones de campeón del mundo?

—Solo puedo decir que la afición española ha sido increíble en cada una de las tres pruebas que se disputaron en España, estoy muy agradecido de tener su apoyo y sentirme arropado. Son momentos que voy a recordar para siempre, este fin de semana ha sido impresionante, increíble, no lo voy a olvidar nunca.

—Lo que pasa que el año que viene será difícil que le vean por aquí porque ya tiene dorsal para correr en EE UU...

—(Se lo piensa). Sí, posiblemente tenga otra aventura y el viaje para venir a verme sea un poco más largo, pero estoy preparado para lo que me venga en el futuro.

—Se queda a un título de los cinco de Herlings y Gajser, ¿pesan más otras cosas, otras nuevas experiencias?

—Yo creo que en el Mundial he conseguido todo, dos títulos de MX2 y otros dos de MXGP y creo que es el momento perfecto para poner rumbo a otras tierras y conseguir otros objetivos.

—Nos dijo Diego Muñoz (su representante) en AS, que “históricamente, ha habido un regusto en la afición del motocross de que los americanos son mejores, que el nivel del Supercross es más alto, como un cierto complejo de que los europeos no pueden triunfar allí”. ¿Quiere demostrar que se equivocan?

—Sí, pero yo ya he demostrado en varias ocasiones que he batido a campeones americanos. Pero sí es verdad que el SX es otro mundo, no tiene nada que ver con el motocross que hago yo a día de hoy, se necesita un tiempo para poder adaptarse a esa disciplina y poner todo en su sitio para ser competitivo y poder ganar. Yo me veo con la habilidad y con la posibilidad de ser campeón de SX y por eso voy allí, para afrontar un nuevo objetivo y hacer otro sueño realidad.

—Antes de competir allí, le queda el Motocross de las Naciones este fin de semana.

—Sí, siempre es bonito representar a España. Intentaré disfrutar mucho del fin de semana ya que es una prueba especial y única en el año, disfrutar con los compañeros de la Selección (Rubén Fernández y Oriol Oliver). Mi trabajo ya está hecho esta temporada, mi objetivo era ser campeón del mundo y puedo estar tranquilo.

—Enhorabuena y muchas gracias.

—Muchas gracias.

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