“En la Indy hay que pilotar y no tocar botones como en la F1”
Grosjean compara ambos campeonatos y se muestra crítico con la evolución del ‘Gran Circo’. Destaca el espectáculo de la competición americana.
Romain Grosjean no suele dejar indiferente a nadie. El francés es recordado por algunos episodios polémicos, como el accidente en la salida de Spa 2012 con Fernando Alonso. El piloto cuenta con un amplio bagaje en la máxima categoría, con 11 temporadas y 180 grandes premios, en los que consiguió 10 podios. Desde 2021 compite en la IndyCar y el año pasado llegó a Andretti, uno de los históricos de la competición.
El francés suele decir las cosas tal y como las piensa. Y en esta ocasión, compara ambas competiciones en el podcast Track Limits. Grosjean lo tiene claro, la Fórmula 1 no pone tan a prueba la habilidad del piloto como lo hace la IndyCar: “Debes mantener constantemente las manos en el volante y sólo te centras en pilotar y no presionar diferentes botones todo el tiempo (refiriéndose a los coches actuales de la F1)”.
El expiloto de Lotus y Haas es consciente de que la diferencia entre los monoplazas de ambas competiciones es sustancial. Pero no considera que sea un problema: “Los IndyCar están treinta años por detrás, pero nuestros coches son simplemente fenomenales. No queremos reducir esa brecha”. La razón principal para el francés es que “el nivel del espectáculo de las carreras es de los mejores del mundo”.
No echa de menos la Fórmula 1
Grosjean abandonó la Fórmula 1 de la peor manera posible. Un grave accidente en Bahréin, donde su Haas se incendió, le provocó quemaduras que no le permitieron despedirse en la pista. El francés reconoce que “le encantaba pilotar un F1″ pero no echa de menos la competición. “Diez años haciendo lo mismo es demasiado. Quería algo nuevo. Y en la IndyCar disfruto mucho y siento emociones positivas”, explica.
La época reciente de la Fórmula 1 está marcada por el dominio de una única escudería, ya sea de Mercedes o Red Bull. Y ese es otro de los aspectos en los que la IndyCar se diferencia de la máxima categoría: “Cada vez que llega el momento de subir al coche sientes que siempre hay oportunidad de ganar”. Más allá de una cuestión deportiva, Grosjean apela al sentimiento. “La IndyCar es una categoría muy diferente. En ella reviví muchas emociones, y además es más humana y no tan pretenciosa. Después de diez años eso era justo lo que necesitaba”, afirma.