El pasado sonríe a Sainz: “Vamos con confianza”

Tan habitual como ver a Carlos Sainz en la salida del Dakar, el español también ha convertido en un clásico su encuentro previo con la Prensa antes de poner rumbo al mítico raid. De cara a la que será su 19ª participación en la carrera, el piloto de Ford y Red Bull llega con más kilómetros de pruebas que nunca a sus espaldas y un Raptor mejorado que le acompañó junto a Lucas Cruz en el escenario (en su versión de calle), con el que afrontan el mismo objetivo de siempre: alcanzar la victoria. Hacerlo con la marca del óvalo involucraría mucho la parte sentimental y sería como “cerrar un círculo”, donde cada detalle será decisivo.

Sainz ha dejado claro que esos 10.000 kilómetros de test que le han acompañado a lo largo del año no son, para nada, decisivos. Aunque admite que “el último Dakar fue tan corto que todo kilómetro que hemos podido hacer es fundamental. Cada kilómetro te ayuda a sacar conclusiones" y la suya es que la Raptor ha introducido “mejoras muy sutiles, pero que se notan”. El prototipo de Ford ha incorporado una nueva toma aire en el techo, nuevos paraprisas, ha reforzado la suspensión y ha rebajado en 50 kg para “llevar el coche al peso mínimo, que no estaba”. Sin embargo, a pesar de todas las buenas noticias que envuelven a la previa de su participación, Carlos avisa: “La competencia también ha mejorado, es muy dura, hay gran igualdad y muchos pilotos van a poder optar por la victoria”.

A pesar de ello, el madrileño sabe cuál es su potencial sobre el terreno: “A los jóvenes no les debe hacer mucha gracia cuando acaba un tramo y un señor tan mayor está delante. Al final un tramo no entiende de pasaportes ni fechas de nacimiento”. Carlos es consciente de a qué se enfrenta a nivel personal, aunque el desierto sigue siendo una incógnita: “Este año hay tramos súper largos de cronometrados y cuanto más tiempo estás ahí, más cosas pueden pasar, más fiabilidad necesitas”.

Lucas: “Tenemos un coche para ganar”

Sin embargo, Lucas Cruz no oculta las ambiciones de una pareja que ya ha logrado celebrar el Touareg hasta en cuatro ocasiones. “Si sabemos que tenemos un coche para ganar, vamos a intentar luchar por la victoria”, afirma el copiloto español, sobre un objetivo que intentaron llevar a cabo en su estreno con Ford. Entonces, el sueño se acabó antes de tiempo por un vuelco inapropiado y el inforunio les acompañó en el resto de carreras a las que se presentaron. Pero paradójicamente esa parte de mala suerte, siempre les ha sonreido un año después.

Este Dakar debería ser aquel en el que las cosas salgan bien y Sainz lo recuerda: “El año que ganamos con el Audi, recuerdo que el Rally de Marruecos fue un absoluto desastre, el de Mini igual y el de Peugeot lo mismo. Pero vamos con confianza y motivados para hacer un buen rally”. Porque además, precisamente ese revés en la última carrera de la temporada puede ser lo que salve a la Raptor de cara al mítico raid: “Nos soprendió un problema mecánico que era la primera vez eque salió. Fue una buena llamada de atención para el equipo que reaccionó sobre la marcha. Ford abrió todos los motores antes de ir al Dakar gracias al problema que tuvimos nosotros. Probablemente si no hubiesemos ido a Marruecos, el segundo o tercer día del Dakar estaríamos en casa. El equipo lo miró y espero que esté solucionado".

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