Calma antes de la tormenta
“Raro” ha sido la palabra que más ha acompañado a la antesala de un prólogo que no hablará de ganadores, pero sí de un Dakar que llega como regalo de reyes.
En ese último verano del que habla Melendi, después de la tormenta siempre llega la calma. Pero igual la estación o igual las circunstancias, han hecho que en el campamento del Dakar se haya instalado antes la calma que la tormenta. Ha sido un día atípico, por los más de 25 grados en pleno invierno y por las sensaciones de un vivac en el que ni siquiera se intuía que mañana mismo arrancará la 46ª edición de la carrera. Será cosa de un día de transición, pero llegados a este momento el único deseo es que el tiempo pase cuanto antes.
“Raro” ha sido la palabra que más ha acompañado a la antesala de un prólogo en el que no se va a hablar de ganadores, pero que sí de lo que puede ser un Dakar que los Reyes Magos nos van a regalar de forma anticipada. Porque sí, hoy estaban todos “raros” y con las manos vacías, pero en tan solo unas horas todos las tendrán ocupadas intentando ser los más rápidos. O más bien, intentando desatar la tormenta.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.