Audi se blinda por Sainz
La etapa 11 llega con 13 minutos de ventaja para el español. Harán “todo lo posible para apoyarle” pero cuestionan el recorrido: “No tiene nada que ver con las carreras”.
De todas las etapas que había marcadas en rojo en el calendario de este Dakar, sólo queda una de ellas y puede que sea la más temida de todas. Hay motivos para ello; de hecho fue el escenario que hace tan solo un año sentenció el rally en el segundo día de carrera y ahora, pretenden que tenga la misma misión pero ya a un día del final. La apuesta fue arriesgada, pero ha salido bien ya que la lucha por el Touareg llega más viva que nunca gracias a Carlos Sainz y Sebastien Loeb. Trece minutos a favor del español es la distancia que marca la general y ese tiempo, sólo necesita dos pinchazos entre las temidas piedras para neutralizarse y dejar el contador a cero. Por eso, desde Audi, se blindarán para llegar al último día con opciones de una victoria que cerraría un ciclo histórico.
Sobre el terreno se encontrarán, de partida, con 60 kilómetros menos de lucha contra el crono. La especial pasa de 480 a 420 kilómetros (deberían haber eliminado la parte más compleja), y a un Loeb “que es muy rápido en este momento”. Sven Quandt, jefe de Q-Motorsport, señala las cualidades de un rival “que tiene una velocidad realmente buena”. Pero en una lucha donde “la diferencia con los coches de cabeza no es mucha”, le falta lo más importante: un compañero en el que apoyarse en caso de sufrir más de dos pinchazos durante la especial. Nasser no está y eso es un punto en contra para el francés de BRX porque, como recuerdan desde Audi, “nunca se sabe lo que va a pasar ahí fuera. Cada pinchazo cuenta”.
La estrategia está bien definida en la sede de los cuatro aros: “Haremos todo lo posible para apoyar (a Sainz, en este caso con Peterhansel debido a las posiciones de salida). Todo dependerá de quién tenga el mejor apoyo porque el coche que ganó el año pasado (Al Attiyah) tuvo mucho apoyo”. Quandt habla de un “súper encubrimiento” en una especial que es “pura suerte”. Lo comprobaron de primera mano con un reconocimiento en un tramo de 20 km que repitieron hasta en 10 ocasiones... y pincharon en ocho de ellas. “Tengo una pequeña caja de piedras en casa sobre mi escritorio para recordarme que no debía olvidar este día”, reconoce el alemán.
Tan solo tardaron tres kilómetros en sufrir el primer pinchazo y a pesar de que los neumáticos deberían resistir mejor el terreno, la realidad es que “sólo es mejor en los flancos pero no en la banda de rodadura”. ¿Qué quiere decir eso? Que en el mejor de los casos el pinchazo será lento y podrás “ir un poco más lejos, pero no mucho”. Así que el terreno podrá jugar tanto “en contra como a favor” de Sainz.
“Si vas a 50 km/h ya no estás compitiendo”
“Las probabilidades son del 80% que tengas un pinchazo”, estiman en Audi, y aunque hay quien relaciona un cambio de probabilidades a reducir la velocidad, Quandt descarta las cuentas: “Si voy a 50 km/h o así, ya no estoy compitiendo. Hay que saber que son las ruedas delanteras las que cogen la piedra, la levantan y luego entran (en la trasera) con un filo que no había visto antes. Es increíble. ¿Y qué puedes hacer? No hay nada que puedas hacer, es realmente suerte”.
Que precisamente sea ese factor lo que decida la carrera, no ha gustado en Audi: “Se lo dije al organizador, que por qué lo hacía. Esto no tiene nada que ver con las carreras”. Pero sí, todo el trabajo que lleva detrás un proyecto donde “se ha trabajado como locos en los últimos meses. Sin todo ese trabajo no estaríamos aquí de esta manera y tenemos un equipo fantástico”, que ha superado con creces una estimación de tres días que ya forma parte del pasado. Porque el futuro, puede ser la victoria.
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