“Vivir como Schumacher por diez años no se lo deseas ni a tu peor enemigo”

29 de diciembre de 2013. Estación de Méribel, en los Alpes franceses. Está a punto de cumplirse diez años desde aquel fatídico accidente que cambió la vida de los Schumacher. El mundo del deporte se volcaba con Michael tras una caída con golpe en la cabeza que le dejaba herido de gravedad. Y después de eso, no se supo mucho más. Estuvo en coma seis meses, del que salió en junio de 2014 y, una década después, la información sigue llegando a cuentagotas. Aunque el documental de Netflix, en el que participó su familia, dejó entrever que la situación nada buena. Su mujer, Corinna, reveló que Michael “está aquí, diferente, pero está aquí” y ellos solo se preocupan en mantener intacta la voluntad del alemán, la de “mantener en secreto su estado de salud”.

Aparte de su familia, muy pocos son los afortunados que están dentro de ese hermetismo que han formado en torno a la figura de Michael Schumacher. Y tampoco es que revelen nada que ya no se sepa con anterioridad. Tienen que ser personas muy cercanas al entorno del piloto alemán, pero son muchas las que se atreven a recordar su figura dentro del automovilismo y, entre ellas, una de las últimas en hablar del siete veces campeón de la Fórmula 1, fue Stefano Domenicali, director ejecutivo del Gran Circo. A unos días de un nuevo aniversario del accidente, el italiano asegura que “parece que fue ayer” cuando todo sucedió. “Estos son episodios que ten cambian la vida, la situación es muy complicada a nivel humano”, explica en una charla en la RAI.

Como es costumbre, no ahonda en detalles de su estado, pero sí recuerda la fragilidad y la gravedad de toda esta situación, que sigue impactando al mundo: “Por respeto a él y a su familia, debemos permanecer cerca de él mientras continúa esta difícil situación. Lo que hay entre mi familia y yo sigue siendo privado, pero vivir así durante diez años es algo que nunca le desearías ni siquiera a tu peor enemigo”. Pero queriendo quedarse con los mejores momentos de uno de los mayores pilotos que ha visto la Fórmula 1, Domenicali le recuerda como un deportista hambriento. En especial, aquella temporada de 1999, cuando un accidente evitó lo que sería su primer Mundial con Ferrari: “Nunca acusó al equipo de ningún problema, y tuvo oportunidades para hacerlo. En Silverstone 1999, tuvo un accidente y se rompió las piernas. El problema es que un tornillo de los frenos no estaba lo bastante apretado. Pero nunca oíste nada negativo, nunca dijo que el equipo había cometido un error. Al final, tienes a todo el mundo luchando más duro por ti en esa situación”.

“Michael nunca estaba contento”, le asegura a Nico Rosberg en su podcast porque “siempre quería ganar”. Lo cual, recuerda a la estrella del mundo, que ya suma tres campeonatos consecutivos: “Nuestro deporte siempre se caracteriza por los binomios, una combinación de un coche muy fuerte y un piloto extraordinario. Con Max Verstappen tenemos un piloto maduro en la gestión de carreras y clasificación. En ese sentido me recuerda a Michael, al no dejar nada para nadie”. Sin embargo, nadie podrá reemplazar la figura tan añorada de Schumacher, ni siquiera quien que comparte apellido con el gran Káiser.

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