Tres coches en una décima y un estrellado en Monza
Hamilton, Norris y Sainz lideran los entrenamientos del GP de Italia a la espera de Verstappen (14º), que falló con la goma blanda. La imagen del día, el choque de Antonelli.
Tres coches pueden hacer la pole en Monza, a juzgar por lo visto este viernes, y ninguno sería el Red Bull, a juzgar por los segundos entrenamientos libres. Hamilton lideró en la primera tarde del GP de Italia por delante de Norris (2º, 0.003) y Sainz (3º, 0.103). Tampoco Piastri (4º, 0.120) y Leclerc (5º, 0.154) andan lejos. Mercedes, McLaren y Ferrari están parejos en un circuito que ofrece mínimas diferencias porque solo hay seis curvas, y el resto del tiempo se pasa con el acelerador pisado a fondo. Y falta el campeón por las circunstancias, porque Verstappen tuvo un susto en la Parabólica antes de cerrar la que era su mejor vuelta con los neumáticos blandos. Más tarde, el accidente de Magnussen terminaría con las simulaciones de clasificación, así que Max (14º, 0.872) se quedaría con su crono con la goma media. En los primeros entrenamientos, el holandés había liderado. Sería un error descartar al RB20 y su extraño alerón trasero ondulado. La F1 más igualada de los últimos tiempos puede tener su cénit en la clasificación de Italia.
Para Sainz es una buena noticia confirmar que el Ferrari funciona en casa. No va a cambiar motor, que no le vendría mal en el Templo de la Velocidad (Leclerc lo hizo en Zandvoort), pero de Maranello llegan evoluciones para el suelo y el difusor además de los alerones específicos de Monza. La fábrica echa el resto en la carrera de casa porque puede ser el triunfo que salve una temporada discreta, otra más, cuando viejos rivales como McLaren sí hacen sudar a Red Bull. Carlos tiene buenas sensaciones, se le escucha cómodo por la radio y se bajó del coche este viernes con media décima de ventaja sobre su compañero. En 2023 hizo la pole y luego regaló una batalla fiera contra Charles en la que pudo pasar de todo. Será su última carrera de rojo en casa de los tifosi así que no habría necesidad de contener la furia. Es ahora o nunca.
Un estreno poco afortunado
No guarda relación directa con Carlos, pero sí indirecta, el momento más relevante del viernes: Antonelli estrelló con violencia el Mercedes en la primera sesión después de cinco vueltas. Fue en la Parabólica, con neumáticos blandos, en un alarde de vuelta rápida auspiciado por el muro que terminó, valga la redundancia, contra los muros. La cara de Wolff tras el choque fue esa imagen que vale más que mil palabras. De la euforia por el rookie de 18 años al golpe de realidad. Sobrado de talento (es campeón de Europa de kárting y ganó la F4 italiana o la antigua Fórmula Renault), está al caer su anuncio como sustituto de Hamilton en 2025. Sin embargo, se saltó la F3 y su estreno en la F2 estaba siendo más bien discreto hasta que ganó en Hungría, si bien es el séptimo clasificado. Sonó para Williams, pero Toto quiso dar el codiciado volante al piloto que representa y a quien ha entregado tantísimos test al volante de un F1.
Por lo demás, Alonso fue noveno (0.578) con un Aston Martin que estrena alerones específicos, justo por delante de Stroll (0.625). Pero tiene detrás los dos Red Bull, una situación irreal, y preocupan por delante otros rivales como Hulkenberg (7º, 0.402) y Ricciardo (8º, 0.562). El AMR24 ha sido un habitual de la Q3 en las últimas semanas, pero esa condición se complica en Monza porque el circuito favorece otro tipo de características en los monoplazas. Que es una forma elegante de decir que el coche no da el nivel.