“Quiero ser campeón de rojo”
Leclerc reafirma su vínculo con Ferrari en una entrevista con AS. “La presión es necesaria, siempre he sido un peor piloto en los test”, confiesa el monegasco.
Saluda Charles Leclerc (Mónaco, 25 años), que es otro piloto diferente en la distancia corta. Se quita el corsé de las ruedas de prensa y habla tranquilo de lo que le gusta, tocar el piano. De lo que le preocupa, que Ferrari vuelva a ganar. Y de lo que le inquieta, que llamen al timbre de su casa en horas intempestivas. El genio de las clasificaciones (19 poles y cinco victorias en la F1) aún espera ese monoplaza ganador que le lleve a luchar por el título. Reflexiona sobre su futuro y sus sueños, vestido “de rojo”, en esta entrevista con AS.
—Me han dicho que ha publicado una canción.
—Sí, es verdad.
—¿Cómo es eso?
—Siempre toco el piano entre las carreras, me gusta desde la pandemia. Me ayuda a desconectar, toco cuando tengo tiempo. Subí una historia (en Instagram) tocando el piano, a la gente le gustó la canción, que es algo que me había inventado. Así que compré todas las cosas para grabarlo, me gustó el proceso. Decidí grabarlo y publicarlo, algunas personas me ayudaron a subirlo a las diferentes plataformas. A la gente le gusta y está bien, está funcionando bastante bien y estoy sorprendido. Pero no me quita mucho tiempo. Mi concentración sigue en las carreras (bromea).
—Sigue siendo piloto.
—Sigo siendo un piloto a tiempo completo.
—¿Alguna influencia?
—Me encanta la música de Hans Zimmer, está entre mis favoritos. Pero también otros artistas que no tienen nada que ver como Coldplay. Pero yo lo hago por diversión, no soy tan bueno.
—El año pasado al inicio de la temporada era el líder, ganador de varias carreras. ¿Empezar el 2023 casi sin puntos ha sido muy difícil?
—No es tan agradable como entonces. Pero al mismo tiempo, no me merecía esos seis puntos (en las primeras tres carreras). Problema técnico en Bahréin, penalización en Arabia, el accidente con Lance (Stroll) en Australia… prácticamente no tenía puntos y es un inicio muy malo. No estamos al nivel de Red Bull, pero no es lo que me merecía.
—Esta debía ser la temporada en la que luchaba por el título. ¿Cómo se siente?
—Es frustrante, de alguna manera. Había muchas expectativas para este año y no somos lo competitivos que esperábamos. Pero intentamos analizarlo con Fréd (Vasseur), con el equipo. Entendemos algunas cosas y a medio y largo plazo confío en la visión de Fréd. Llegaremos a la lucha. La pregunta es cuándo, queremos que sea lo antes posible. Pero sé que el equipo va en la buena dirección y confío en que volveremos.
—¿Quiere garantías, resultados, antes de hablar de su próximo contrato con Ferrari?
—No, la confianza está ahí. Pero tiene que ir en dos direcciones, si los dos estamos contentos por continuar, sucederá. Pero es muy pronto para hablar de eso.
—Cuando sueña con ser campeón del mundo, ¿lleva un mono rojo?
—Sí, es así.
—Tiene que ser rojo.
—Sí, quiero que sea rojo. Pero aunque otros pilotos no lo digan, creo que es el sueño de cualquier piloto. Carlos (Sainz) y yo tenemos mucha suerte por pilotar para este equipo, debemos asegurarnos de que todo está en su sitio para que Ferrari vaya bien.
—¿Vasseur puede emular a Todt?
—No quiero comparar a Fréd con Jean Todt, ni a mí con Michael Schumacher, porque no sería correcto. Pero es lo que queremos conseguir con Fréd. ¿Pienso que con Fréd podré ganar un Mundial? Sinceramente siento que él es la persona adecuada para devolver a Ferrari delante. Solo he estado con Mattia (Binotto) y Fréd, y puedo decir que el enfoque es muy diferente. Pero no entraré en detalles. (Fréd) Tiene una visión muy buena de lo que el equipo necesita para progresar, puntos débiles o fallos que pueden parecer muy obvios desde fuera, pero ¿qué puedes hacer exactamente para mejorar ese departamento? Ahí Fréd tiene un gran ojo para comprender cómo se puede progresar.
—El Ferrari no sigue ninguna tendencia. Gran coche en 2019, mal coche en 2020 y 2021. Buen coche en 2022, paso atrás en 2023. ¿Se cansa de esperar un coche ganador?
—No me canso, soy consciente de lo afortunado que soy por estar en Ferrari. Estoy feliz. Pero de la misma forma, quiero ganar y no estoy contento con las prestaciones de los últimos años. No ha sido consistente. En 2020 y 2021 la situación estaba clara por lo que nos faltaba (motor) pero ahora es diferente, no hemos dado el paso que esperábamos. Tenemos las explicaciones, pero recuperarse será otra cosa.
—¿Demasiada presión en Ferrari?
—No te puedes quejar, ha sido así también en los tiempos de Michael (Schumacher) y Jean (Todt) y lo hicieron de manera brillante. No puede ser una excusa y es igual para todos. Todo el paddock está bajo algún tipo de presión y siempre es relativa. Depende de lo que tú te exijas. ¿Por qué Ferrari es tan especial? Por la pasión, no conozco ningún otro equipo con tanta pasión. Es increíble por momentos, porque te sigue mucha gente y hay muchas emociones, pero también es difícil gestionar las malas situaciones. Así es Ferrari y no lo cambiaría.
—¿Le gusta la presión?
—Me gusta, no me afecta mucho. Cuando me pongo el casco disfruto. La tensión antes de subirme al coche es buena. ¿Necesaria? Diría que sí. Siempre he sido un mal piloto en los test… (se ríe). En cuanto a tiempo por vuelta, no en cuanto al ‘feedback’. Pero encontrar las últimas dos o tres décimas no se me da bien en los test, sin presión ni tensión ni competición.
—¿Y dónde están esas dos o tres décimas? Porque en la Q3 parece que las tiene siempre escondidas bajo la manga…
—No lo sé. Voy a por ello. A veces funciona pero también he cometido errores en clasificación. Particularmente tengo un buen ‘feeling’ con los neumáticos nuevos, para encontrar el agarre del coche y anticipar. Es todo anticipación, a veces en los Libres 3 la temperatura es alta y luego llegas a la clasificación y hace más frío, porque es más tarde. Y necesitas tener el coche perfecto. Es un buen ejercicio, muchos pequeños detalles que marcan la diferencia al final.
—¿Lee mucho las redes sociales?
—Para mis decisiones profesionales, cómo piloto, en qué equipo piloto, tengo mucha información y no me guío por eso (por las redes). Pero cuando publico una canción sí que miro los comentarios para ver si les gusta o piensan que es una basura (se ríe). Y estaba contento con los comentarios. Es verdad que antes, en la F2, seguía mucho las redes sociales. Pero una vez llegas a la F1, tu exposición es mil veces mayor y mucha gente no tiene buenas intenciones y quieren desestabilizar. Por eso no lo hago. Todavía gestiono yo (sus cuentas), tengo gente para la creación de contenidos, pero lo gestiono yo.
—Hace poco pedía a los seguidores que no fueran a su casa…
—Sí porque era un poco extremo. La gente venía fuera de horas, a las cinco de la mañana. Pero me sorprende de forma positiva porque después de este mensaje no ha venido nadie más.