Quién es Jos Verstappen, el padre de Max que educó a su hijo con mano de hierro

Max Verstappen ya luce en los libros de historia como tetracampeón del mundo de la F1. Está sentado en la misma mesa que Sebastian Vettel y Alain Prost. Y ahora está por ver si algún día puede compartir espacio con Michael Schumacher y Lewis Hamilton, heptacampeones. Y dada la voracidad del neerlandés, no es descabellado que algún día alcance al alemán y el británico.

Porque la carrera de Verstappen ha sido diseñada para ganar. Desde los comienzos. La gasolina y la velocidad corren por sus venas porque las heredó de Sophie Kumppen, su madre que fue piloto de élite de kart, y Jos Verstappen, su padre, un piloto histórico de la F1 con 107 carreras y dos podios.

Jos the Boss, o Verscrashen (por sus accidentes), forjó el carácter competitivo y ganador de Max. Con métodos cuestionables. El diario sueco ‘Expressen’ llegó a tildar las actitudes del padre como cercanas al “abuso”, algo que el mismo progenitor se afanó en desmentir. “Fui duro”, explica Jos, para añadir que “era parte del plan”. Un plan que no ha parado de destrozar récords de precocidad al volante de F1 y acaparar pole, podios, victorias y Mundiales.

“Nadie fue tan duro conmigo como mi padre”, es una frase atribuida a Verstappen sobre su progenitor que se recoge en la biografía sobre el tetracampeón escrita por James Gray. Sea como fuere, se conocen episodios de brotes bruscos de Jos the Boss. Como el ‘capón’ que le dio al joven Max en el casco durante un entrenamiento de una prueba del Mundial de karts. “Estaba conduciendo como una patata”, admite Verstappen Jr, que tras esa situación ganó todo el fin de semana.

“Mi padre siempre fue muy estricto conmigo cuando las cosas no iban bien”, continúa rememorado Max. Desde que se subió a un kart por primera vez a los seis años, la figura de Jos ha estado ahí. Observando, interviniendo, cumpliendo fases de un plan. “Al principio no le entrené mucho. Le dejaba divertirse, nunca tuve que explicarle como trazar. Él lo sabía porque estaba observando todo el tiempo”, recuerda Jos, quien dice que cogió todo lo malo de su carrera para ponérselo de ejemplo a su hijo de lo que no hay que hacer: “Supe exactamente lo que hice mal y traté de enseñarle solo las cosas buenas. Se aprende más de los errores”.

Y errores cometió muchos el padre de Verstappen, tanto dentro de la pista, como un espectacular accidente contra el McLaren de Martin Brundle cuando intentaba adelantar al Jordan de Eddie Irvine, como fuera de ella, con episodios violentos. En 2016 tuvo que intervenir la Policía en una discusión entre Jos y Frans (abuelo de Max Verstappen) al que empujó de una silla, tras la carrera de Hungría de 2016 en la que el ahora tetracampeón acabó quinto. El abuelo retiró la denuncia, pero dijo que Jos “tenía la mano suelta”.

Quizá tuviera algo que ver en esa afirmación que recoge James Gray que el padre y el abuelo de Verstappen se vieron involucrado en 1998 en una pelea entre dos grupos por el uso de unas instalaciones de kart que se saldó con un hombre con el cráneo fracturado. La justicia determinó que Jos Verstappen fue el causante. O quizá también influiría en esa frase que Jos The Boss en 2008 tuvo que pasar por los tribunales acusado de agresión y amenazas a su exmujer, Sophie. El asunto quedó en una condena por incumplir una orden de alejamiento. Volvió a los juzgados en 2012 bajo la acusación de intento de agresión contra su novia Kelly van der Waal. Los rumores apuntan a que condujo su vehículo contra ella. La causa quedó archivada y la pareja acabó casándose y dándole su última hermanastra a Max: Blue Jaye (Max es el mayor de cuatro hermanos).

Un carácter que poco tiene que ver con el del tretracampeón, según dice su madre Sophie: “Su carácter es dulce y abierto. Max es una persona emocional que quiere resolver las cosas hablando. La dulzura la heredó de mí; el instinto feroz de las carreras, de Jos”. Una mezcla que ha dado como resultado a todo un tetracampeón del mundo de Fórmula 1.