Qué pasó con Brawn GP, el equipo que ‘compró' su puesto en la F1 por una libra y acabó ganando el Mundial
Brawn GP nació tras el abandonó de Honda de la F1 como equipo oficial. Estuvo una temporada (2009) en la que hizo doblete y es la precursora de Mercedes.
En el palmarés de campeones del mundo de constructores de la F1 hay un inusual y exótico caso. El de Brawn GP. Sí esa escudería de un coche que comenzó pintado de blanco sin patrocinadores y que acabó haciendo doblete, Mundiales de pilotos y fabricantes, gracias al ingenio de Ross Brawn.
Porque si algo ha tenido el dirigente británico ha sido un ojo clínico para las oportunidades. Tras la estrategia a 4 paradas de Schumacher en Francia 2004 para derrotar a Alonso y Renault, la de la creación de Brawn GP fue otra de ellas y quizá la de mayor repercusión. Por el romanticismo que hay en una historia muy endulzada con confeti pomposo: una escudería que fue comprada por una libra, un equipo recién llegado al campeonato de F1 y que acaba triunfando. Pero las cosas no fueron tan cuento de hadas como se quiere hacer ver. Esa escudería no salió de la nada, ni fue parida por un visionario metido en un garaje.
El mérito es inmenso, sin duda. Pero hay que poner en contexto todo lo que rodeó a aquella histórica campaña del año 2009 que coronó a Jenson Button y Brawn GP. Y hay que empezar por Honda, como equipo y no solo como proveedor de motores, que ha estado presente en dos épocas en el Gran Circo: de 1964 a 1968 y durante el trienio 2006, 2007 y 2008. Y esta última época es la que supone el germen de Brawn GP y posteriormente del equipo Mercedes como escudería oficial.
El primer año, con Barrichello y Button, que ya eran sus pilotos, el equipo japonés logra el cuarto puesto del Mundial de fabricantes y el piloto británico logra dos podios (Malasia y Brasil) y una victoria (Hungría). La temporada siguiente el equipo solo logra 6 puntos, solo por delante de su ‘filial’ Super Aguri y Spyker. Y llega 2008, año en el que el filial de Honda se va del campeonato tras solo cuatro carreras y el ‘primer’ equipo continúa en el vagón de cola.
Y a los malos resultados deportivos se une la crisis financiera mundial de 2008. Honda, a la que no le salen los números ni las cuentas, incluso había parado el desarrollo del RA-108 para centrarse en 2009, decide irse de la F1. El 5 de diciembre de 2008, con la pretemporada 2009 a la vuelta de la esquina, Honda Motor Co. Ltd anuncia por sorpresa su inminente retirada.
Y es aquí cuando aparece Ross Brawn, que llevaba en el equipo desde 2007. Es capaz de convencer a Honda de que es más rentable que le cedan el equipo que un cierre total con despidos, indemnizaciones y gastos que ya se habían producido en el coche del siguiente año. En resumidas cuentas y sin entrar en embrollos legales y financieros y demás, se llega a la compra por una cantidad simbólica de una libra. Pero a Brawn le costó mucho más que eso. Debía hacerse cargo de pago a proveedores, nóminas, deudas contraídas… Es una apuesta en toda regla. Pero con un as bajo la manga: un cambio de reglamentación y un difusor doble que exploraba las zonas laxas de la normativa.
Con el coche ya diseñado, Ross Brawn se enfrenta ahora a encontrar un motor. Honda ya no estaba, de manera directa, porque a pesar de que se iba, se comprometió a seguir financiando al principio a la nueva escudería. Pero no había motor. La solución vino de Mercedes, que no era equipo oficial, sino que propulsaba a McLaren con su FO108V.
El coche estaba diseñado para montar un motor Honda y hubo que retocar muchas cosas de ese chasis para que el motor de la estrella se acoplase a él e incluso modificar la caja de cambios. Con las prisas o las limitaciones de tiempo, el coche de Brawn GP, el BGP001, no monta ni el KERS, el sistema de recuperación de la energía a través de la frenada. Es tan apretada la agenda del equipo que no llegan ni a tiempo a los test de pretemporada.
Pero llegan al inicio de campeonato y Button logra seis victorias en las siete primeras carreras. Para entonces, las demás escuderías que no montan el difusor doble, todas menos la propia Brawn GP (sucesora de la nipona Honda), Toyota (nipona) y Williams (propulsado por la nipona Toyota), denuncian ante la FIA el famoso difusor. Y muchas de ellas (Red Bull, Ferrari, McLaren...) tenían dinero y un doble plan: uno por si se declaraba ilegal el artilugio y otro por si se dictaba que cumplía las normas. Esto último fue lo que ocurrió y todos los equipos se subieron al carro de ese difusor doble que había encontrado zonas grises en el reglamento, medio segundo en la pista y que montaban los equipos nipones (Toyota), los equipos con motores nipones (Williams) o con relación con nipones (Brawn GP, exequipo Honda).
Después de la séptima carrera, Button no volvió a ganar una más. De hecho, solo hizo dos podios en los siguientes diez grandes premios. Barrichello ganó dos de esas diez carreras y subió una vez más al podio. Los demás rivales se habían acercado demasiado al incorporar el famoso difusor doble. Y además, Brawn GP no tenía suficiente capacidad monetaria para evolucionar el BGP001. Sole tenían tres chasis para todo el año y un accidente fuerte podía haber dado al traste con todo. Se puede decir que en Brawn GP vivieron de las rentas de principio de año. El ideólogo Ross también podía haberlo hecho. Porque después de hacer el doblete piloto-constructor, al acabar 2009, Brawn vendió el 75,1% de las acciones del equipo a Mercedes por unos 100 millones de dólares. Ross continuó al frente del equipo, que pasa a denominarse Mercedes AMG F1 Team. Al que llegó después en 2013 un tal Lewis Hamilton...