Pole insultante de Verstappen
El tricampeón aventaja a Norris en 0.4 con una de las clasificaciones más desequilibradas del año. Sainz fue cuarto y Alonso, 15º.
Que la rutina no impida apreciar la realidad: Verstappen regaló este sábado una de las mayores exhibiciones individuales de la Fórmula 1 híbrida, y aún no ha empezado la carrera. El tricampeón logró la pole con cuatro décimas de ventaja sobre Norris en la vuelta más corta del calendario (1:04.314). Aventajó a su compañero en ocho décimas. Ningún rival se acercó siquiera a los tiempos de Q2. De hecho, habría hecho la pole también si hubiera replicado la vuelta que hizo el viernes por la tarde en la clasificación del esprint. Con más kilómetros de competición gracias al formato de esprint, con más igualdad entre monoplazas, se corre el riesgo de que los buenos lo hagan todavía mejor. Para repuntar la emoción por este campeonato, Max no necesita un terreno de juego equilibrado. Necesita lastre. Horas después de conquistar el esprint y aplacar la resistencia de McLaren asestó uno de los golpes más duros de la temporada camino del tetracampeonato.
Por momentos pareció que estaría disputado, sobre todo cuando Sainz lideró una apretadísima Q1 (llegó a haber cinco coches en 40 milésimas). Pero el holandés aún no había montado neumáticos nuevos, le sobraron intentos. Llegó a mejorar su propio crono en la Q2, quizás para combatir el aburrimiento. Conforme avanzó la sesión todo volvió más o menos a la nueva normalidad: McLaren y Mercedes empezó a progresar, Ferrari comenzó a decrecer (hasta la Q2, Carlos era un serio candidato a la primera línea) y la ventaja de Max se multiplicó.
Al final, Sainz debió conformarse con la cuarta posición, segunda fila, que mejora un puesto lo del día anterior. Era quinto, pero a Piastri le borraron la vuelta por excederse con los track limits. No queda claro si la avería del otro Ferrari del viernes fue culpa de Leclerc, pero el error del sábado sí lo es: perdió el coche en el tercer sector y partirá sexto, detrás de Hamilton. Norris tendrá una segunda oportunidad para luchar contra un piloto imperial y esta vez la presión desde la tercera plaza la pondrá Russell en lugar de su compañero. Los tres protagonistas de la gran salida del GP de España vuelven a encontrarse, aunque en diferentes posiciones. En Barcelona se dijo que Max ganó con un coche más lento que el McLaren. Aquí no importan los coches, ese tipo está en estado de gracia.
Alonso fue 15º, salvó la Q1 pero no había mucho que hacer en la Q2. Stroll esta vez no pasó por encima del español y partirá 17º. “Buen esfuerzo por intentar algo diferente”, dijo Fernando, consciente de que este gran premio, el anterior y el siguiente pueden servir como trabajo de test pero probablemente no tendrán ninguna repercusión en la tabla de puntos. El bache con la falta de mejoras de Aston Martin es pronunciado, Alpine está ahora donde debía estar el coche de Silverstone. Pero la temporada es larga, aún no se ha alcanzado siquiera la mitad. Y esa receta habrá que aplicarla también para la teórica lucha por el título. Aunque visto lo visto…