Otro pulso Verstappen-Alonso
El neerlandés lidera el viernes por delante del Aston Martin con dos décimas de ventaja. Checo fue tercero (0.3). Alpine progresa, Hamilton sufre y Ferrari, una incógnita (Sainz, 10º).
Del atrancado Sakhir al fluido Jeddah Corniche; del festival de curvas de setenta grados a las enlazadas continuas en altísima velocidad. Del áspero asfalto bahreiní a la pista de baile saudí que nada degrada. Cambian por completo las características del circuito y el Aston Martin, de momento, sigue delante. Alonso fue segundo en los entrenamientos libres a dos décimas de Verstappen y se mantuvo siempre entre los mejores. Al llevar el coche al asfalto por la mañana; al probar tandas cortas, al defenderse en las tandas largas. Verstappen aventajó en dos décimas al español y tuvo una más sobre su compañero, Checo Pérez. Las diferencias se reducen en un circuito de pocas frenadas y las diferencias las marcará el motor. Eso, en clasificación.
Pero ya se puede subrayar que no es ningún suflé este AMR23 cuyo tren delantero se parece tanto al que se tiene que parecer, que es al Red Bull. La suspensión delantera de ambos tiene triángulos similares y son los que mejor manejan el temido ‘porpoising’, que ya no es un problema grave pero sigue impidiendo a algunos llevar el fondo plano tan bajo como les gustaría. Por ahí se les escapan décimas a otros, pero no a Red Bull y Aston Martin. Ambos conceptos generan más carga aerodinámica que la competencia y pueden llevar alerones más grandes para cuidar los neumáticos. Es un círculo vicioso que a Verstappen le servirá para arrasar en el primer tercio de la campaña y a Alonso, quizás para luchar por una victoria antes de lo previsto.
El ritmo de carrera merece un análisis más amplio: la tanda de Pérez con el medio (Verstappen se quedó con el blando) es inalcanzable para el resto. Luego, el Aston Martin, Ferrari y Mercedes andan parejos, con los alemanes algo más descolgados. A una vuelta se dejó ir Hamilton en el circuito donde detuvo su cuenta de victorias (Arabia Saudí 2021, el último triunfo). Desde la curva uno se apreciaban sus errores constantes, bloqueos y trallazos. El siete veces campeón no está cómodo dentro del W14. Russell algo más, pero las cuatro décimas que le separan de Max no convencen. Tampoco la cercanía con los dos Alpine, Stroll o incluso el Haas de Hulkenberg.
En la reserva está Ferrari. Tranquilos, por una parte, porque saben que el 9º de Leclerc y 10º de Sainz en la tabla de tiempos no será real en la clasificación: hay mucha potencia por mostrar aún. Se lo toman con calma después de perder dos centralitas en una carrera con Leclerc (10 puestos de sanción en la parrilla del domingo). También Carlos ha cambiado el motor de combustión por precaución. Han traído un nuevo alerón trasero que salió rana en Bahréin, con un solo pilar central al estilo de Red Bull. Promete más prestaciones. Además, sus tandas largas les permiten ser moderadamente optimistas: el Aston Martin aquí está a tiro. El Red Bull, lamentablemente, no.