Otro jarro de agua fría

Los pilotos españoles no se escapan de un inicio de temporada gris. La igualdad máxima en la mal llamada zona media, que ahora se extiende del cuarto puesto al vigésimo, arrastró a la zona baja de la tabla tanto a Alonso (13º) como a Sainz (15º) en dos eliminaciones tempranas pero no inesperadas vistas las circunstancias. El Aston Martin pareció ligeramente mejor en el esprint, y en el circuito de Shanghái en general, pero a la hora de la verdad no avanza en la parrilla. A Fernando no le gustaron las vueltas de calentamiento y se quedó a una décima de la Q3, aunque esta vez delante de Stroll. Lástima, porque los puntos se complican en un tren del DRS en el que la degradación es elevada, y eso obliga a optar por estrategias arriesgadas que la mayoría de las veces no van a ningún sitio. Esto no es como empieza, sino como acaba, pero el 2025 no ha empezado nada bien.

Tampoco para Sainz, que fue 15º y último en esa segunda clasificatoria. Quedó a dos décimas de Albon, a quien sí le dio para cruzar el corte del top-10. Por alguna razón, y hay varias teorías, al tailandés le ha ido mejor desde el inicio de esta campaña cuando las sensaciones en pretemporada eran otras. Tampoco parece una sencilla la de Carlos, pendiente de que sucedan cosas delante para poder progresar con un Williams que ha acusado la degradación tanto como el resto en el esprint de la mañana.

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Delante hubo cambios de posiciones y máxima igualdad, como se presuponía esta temporada hasta que McLaren dio la campanada en Australia. Esto ya es otra cosa. Piastri logró la primera pole de su carrera con menos de una décima de ventaja sobre Russell, décima y media con respecto a Norris. No terminó del todo conforme Lando, el líder del Mundial, tras un sábado que no le ha dejado en buenas condiciones. Falló en el esprint y fue mejorable a una vuelta. Es el gran favorito, pero no asume los galones de un coche campeón. “Es el coche más rápido, pero es muy difícil de pilotar”, traslada el inglés. Al otro lado, Verstappen (4º) y Hamilton (5º) se fajan con las herramientas que tienen y de nuevo aspiran a un podio, incluso una victoria, con monoplazas que distan mucho del potencial actual del MCL39. Así debió ser siempre en la F1..

Leclerc fue de nuevo batido por su nuevo y flamante compañero, que ha necesitado dos tardes para ponerse al nivel de uno de los mejores clasificadores de esta parrilla. Hadjar fue séptimo y superó a Tsunoda, errático, con un RB en aparencia más completo que el hermano mayor de Red Bull. Ese pulso entre compañeros de Faenza vale mucho porque uno de ellos, más pronto que tarde, ocupará el volante contiguo a Verstappen. Y es que Lawson fue último, y ha sido último siempre que ha salido a pista. Checo Pérez sonríe desde alguna parte.