Leclerc revienta: “Es inaceptable”
El monegasco, hundido después de su error en Paul Ricard que costó una victoria: “Digo que estoy al nivel más alto de mi carrera pero es inútil si cometo estos fallos”.
La radio emitida por televisión fue confusa, porque inmediatamente después de estrellarse en el curvón de Paul Ricard, Charles Leclerc gritaba porque el pedal del acelerador estaba atascado. Pero el monegasco intentaba regresar a la pista, con la marcha atrás, y era entonces cuando su pedal no funcionaba por las consecuencias del golpe con las protecciones. El accidente previo había sido culpa suya, aclararon él mismo y su equipo. Un error de piloto en el peor momento, cuando lideraba la carrera y podía recortar puntos a Verstappen. Ahora está a 63 puntos del neerlandés con 10 carreras por delante.
“Un error. Un error. Digo que estoy al nivel más alto de mi carrera pero si continúo haciendo esos errores, es inútil estar a tan alto nivel. Estoy perdiendo demasiados puntos. Fueron siete en Ímola y 25 aquí, porque éramos el coche más rápido de la pista. Si perdemos el Mundial por 35 puntos sabré de dónde vienen. Es inaceptable, necesito superar este tipo de situaciones. Es mi error y si sigo cometiendo errores así no merezco ser campeón”, dijo el piloto monegasco a las televisiones. “Apreté demasiado y perdí el tren trasero. Ha sido un fin de semana muy difícil, cuando hace tanto calor es difícil ser consistente. Cometí un error en el peor momento”, zanjó Leclerc. Incluso Mattia Binotto, jefe del equipo, lo subrayó para descartar cualquier avería en el F1-75: “Fue un error de piloto. Luego, sin entrar en los detalles, siente que el acelerador no funciona cuando intenta poner la marcha atrás”.
Una temporada llena de incidentes
La lista de errores, infortunios y averías con Leclerc esta temporada es enorme. Suma siete poles en 12 grandes premios, más de la mitad, pero solo ha ganado tres carreras (Bahréin, Australia y Austria). En Barcelona y Bakú abandonó por avería cuando lideraba. En Mónaco, donde una pole vale más que en cualquier otro sitio, regaló la posición con una estrategia más que cuestionable de Ferrari. En Silverstone era primero ante el coche de seguridad definitivo que daría la victoria a Sainz, porque su equipo no le cambió los neumáticos. Antes, en Ímola, fue él quien falló mientras peleaba por el segundo puesto: se chocó y acabó sexto. Esta vez, GP de Francia, una colada con accidente mientras encabezaba el pelotón.