La ilusión por bandera
En una charla con ‘El Larguero’ de la Cadena SER, Pedro De La Rosa llama a la calma pese a la euforia: “Todos sabemos cómo funciona este negocio”.
Todavía es muy pronto para hablar de pronósticos en este 2023, pero la ilusión en Aston Martin se lleva por bandera. Los test de Jerez con Fernando Alonso y Lance Stroll volvieron a activar las ganas de comenzar el Mundial de la Fórmula 1 y, quizás, sean mayores que nunca. La marca de Silverstone viene avisando desde hace tiempo con la inversión que están haciendo para dar un paso adelante hacia las primeras posiciones de la parrilla y con el fichaje de un bicampeón como el español, sus intenciones quedan más que claras sobre la mesa. Todavía queda mucho en lo que trabajar, pero todos reman hacia la misma dirección: “un proyecto ganador”. Porque, como bien dijo el recién llegado a la escudería, “es cuestión de tiempo que Aston Martin gane carreras y títulos”.
Por el momento, no se piensa en plazos. Alonso asegura que dará su máximo “carrera a carrera, año a año”, pero dándole importancia al hecho de ir mejorando progresivamente. Y, en una charla con El Larguero de la Cadena SER, Pedro De La Rosa, como embajador del equipo británico, sigue esa mentalidad: “Estamos todos ilusionados, pero también hay que bajar y tocar el suelo con los pies. Todavía ni hemos presentado el coche de este año, el AMR23. Los entrenamientos que se han hecho en Jerez esta semana fueron con el coche viejo (del 2022) y los neumáticos Pirelli del 2024, de un año vista”. Por ello, poca conclusión se puede sacar de la jornada de acción en el trazado andaluz, al menos no más allá de las buenas sensaciones dentro de un muevo monoplaza al que se ha podido adaptar un poco más.
Por ahora todo se resume en una palabra: “tranquilidad”. Algo que De La Rosa se ha encargado de enfatizar en su última intervención, recién llegado de la fábrica, que sigue dando los pasos necesarios para triunfar en un futuro. Pero recuerda: “Aún no hemos conseguido nada y ni siquiera sabemos cómo va a ser el coche nuevo”. Eso sí, “la ilusión está intacta” dentro de la escudería, que quiere ganar títulos y en la que harán todo lo posible para llegar a posicionarse con los grandes. Por el momento, van por el buen camino.
“Han hecho un trabajo alucinante y las perspectivas son de evolución y mejora, pero tranquilidad”, insiste Pedro, consciente de que los test no podrán todas las armas sobre la mesa y que no enseñarán el nivel real de los diferentes equipos: “Todos sabemos cómo funciona este negocio. En esta época del año todo el mundo es campeón del mundo, pero en la primera carrera se ve realmente lo que hay. El sábado, en la clasificación de Bahréin (el próximo 4 de marzo), se verán las cartas”.