La FIA investiga el GP de Australia por falta de seguridad
Un grupo de aficionados logró saltar la seguridad del circuito e invadir la pista antes de que terminase la carrera. “Podría haber sido horrible”, admite el director del evento.
Por si las múltiples banderas rojas del GP de Australia no habían sido suficientes para señalar el evento, la carrera disputada este pasado fin de semana en Melbourne sigue dando mucho de qué hablar. El toque de Sainz-Alonso, el choque de los Alpine, la posición en parrilla de Verstappen... y ahora se abre una investigación por la falta de seguridad durante el gran premio. Parece increíble teniendo en cuenta la magnitud que supone albergar una carrera del Mundial de Fórmula 1, pero pese a las exhaustas medidas de seguridad, siempre hay gente que consigue encontrar un vacío entre todo lo legal. Durante la cita australiana, donde es habitual ver una invasión de pista controlada tras la bandera a cuadros para celebrar el podio con los pilotos, un grupo de aficionados tomó la delantera y saltó al asfalto todavía con la carrera en marcha y con los coches pasando cerca a grandes velocidades.
Un fallo de seguridad inadmisible que, según el director del Gran Premio de Australia, Andrew Westacott, “podría haber sido horrible” para los aficionados que asaltaron la pista, los propios pilotos o los oficiales de carreras. “Las medidas de seguridad y los protocolos que se esperaban para el evento no se aplicaron, lo que resultó en un entorno inseguro”, admitía al canal ABC tras la prueba, además de confirmar que se revisarán todas las cámaras del circuito para entender qué pudo pasar y cómo se quebró el severo protocolo de seguridad. Según el australiano, los aficionados habrían roto “una de las líneas (de seguridad) y accedieron a la pista mientras que la carrera estaba en curso”. “Algunos espectadores pudieron llegar al Hass de Nico Hulkenberg, que estaba estacionado en la salida de la curva 2 y que aún tenía su luz roja intermitente”, explica Westacott, quien recuerda que esa señal avisa del peligro que puede suponer el monoplaza.
Ante esta “situación inaceptable” por un fallo grave del protocolo de seguridad, la Federación Internacional de Automovilismo también ha tomado parte en el asunto. La FIA investigará los hechos tras considerar que la organización del evento incumplió el artículo 12.2.1 del Código Deportivo Internacional. “Tenemos muchas cámaras de seguridad y una gran cantidad de material que analizar durante las próximas dos semanas”, asegura el director del evento, quien ya adelantó que habían revisado las imágenes “hasta altas horas” junto con la organización “El automovilismo es peligroso, podría haber sido horrible”, insiste. Mientras tanto, la FIA ya insta a la promotora a “presentar urgentemente un plan formal de reparación” por la falta de seguridad y anuncian que el asunto llegará a manos del Consejo Mundial del Deporte del Motor “para una investigación más exhaustiva con el fin de determinar si es necesario tomar medidas adicionales o aplicar sanciones más allá del plan”.
Herido por un trozo del Haas
Pero más allá de la invasión de pista temprana, el GP de Australia dejó otros daños que ponen de relieve la falta de preparación de la cita en materia de seguridad. El accidente de Kevin Magnussen, el cual provocó una segunda bandera roja y la resalida a falta de dos vueltas, dejó un herido en las gradas del trazado australiano. Por fortuna, resultó ser algo leve y casi más anecdótico que otra cosa, pero pone en alerta a la promotora del evento, que ya está en manos del Consejo Mundial del Deporte del Motor. En esta ocasión, Will Sweet, un aficionado australiano, sufrió un corte en su brazo al ser golpeado con un trozo del Haas del alemán, que voló y superó las vallas de 20 metros que rodean el circuito de Albert Park.