La estrella de Hamilton se apaga
El siete veces campeón debuta con Ferrari en Monza muy lejos de las expectativas que generó su fichaje. No mejora a Sainz en el duelo contra Leclerc.
Alonso ganó su primera carrera como piloto de Ferrari (Bahréin 2010) y Vettel, la segunda (Malasia 2015). Técnicamente, Hamilton también: venció el esprint del GP de China desde la pole y amenazó con una adaptación exprés al equipo más icónico. Pero fue un espejismo, al día siguiente la FIA descalificó al SF-25 por exceso de desgaste en la plancha del fondo plano. Y desde entonces, el siete veces campeón inglés no ha vuelto a encontrar las sensaciones ni las prestaciones sobre un monoplaza difícil, no cabe duda, pero que en manos de Leclerc ha sido razonablemente competitivo. El duelo entre compañeros está muy desequilibrado: Charles bate a Lewis en clasificación (11-4), carrera (11-2), top-3 (5-0) y puntos (151-109).
Desde el punto de vista comercial y comunicativo, su llegada a Ferrari es ‘el fichaje del siglo’. Desde el prisma deportivo, no mejora la aportación de Sainz. El duelo entre Leclerc y Carlos a lo largo de cuatro temporadas se saldó con ventaja para el monegasco pero en un contexto igualado; 59-31 en clasificación, 53-35 en carrera, 31-25 en podios y 6-4 en victorias.
Desde el paddock se escuchan diferentes teorías para explicar el discreto rendimiento de Hamilton en Ferrari. Alonso subraya que Lewis “es un gran piloto que no necesita demostrar nada, tarde o temprano encontrará el máximo del coche”. Pero también recuerda que ya estaba detrás de su compañero antes: “El Mercedes era aparentemente complicado y Russell estaba más cómodo, este año parece la misma situación”. Desde el punto de vista técnico, se sugiere que la generación de coches de efecto suelo no ha sido favorable al estilo de conducción de ‘Sir Lewis’. Y es un hecho que las características del ‘sobrevirador’ SF-25 se ajustan más a Leclerc que al inglés, que siempre ha priorizado un tren trasero controlado y una salida de curva fina. Cumplió 40 años en enero y tiene contrato con la Scuderia al menos hasta 2026.
Tensión en Maranello
También hay dificultades al cambiar la organización y eficiencia extrema de Mercedes por la excelencia desordenada de Ferrari. Circula por Maranello desde hace meses un documento con cambios de procedimientos que propone Hamilton para tratar de agilizar los movimientos de la escudería. “La organización es gigante y hay muchas partes móviles, pero no todas funcionan como deben. Por eso el equipo no tiene el éxito que merece, y mi trabajo es maximizar cada área. Si haces siempre lo mismo, siempre tienes los mismos resultados. Ferrari ha tenido grandes pilotos como Fernando y Sebastian y no han ganado el Mundial, me niego a que ese sea mi caso”, transmitió el inglés antes del parón de verano.
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Pero el tiempo apremia. Hamilton llega este fin de semana a su primer GP de Italia vestido de rojo. A las clásicas críticas de los expilotos del paddock se han sumado puntualmente las de la efervescente prensa italiana. El mismo Lewis clamó tras dos fines de semana muy negativos en Bélgica y Hungría: “Ferrari debe cambiar de piloto”. Ahora habla de motivación, pero su lenguaje no verbal transmite fatiga: “Voy a trabajar duro para tratar de cambiar algunas cosas en el enfoque y también para empezar a disfrutar”. Y si un piloto es tan bueno como su última carrera, el domingo pasado abandonó en Zandvoort por accidente. En ese contexto, Lewis cruza este jueves el túnel del Parco di Monza bajo la mirada escrutadora de los tifosi.
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