Golpe en la mesa de Sainz

La temporada de Carlos Sainz dejó de ser gris con el tercer puesto memorable de Bakú. La sucesión de infortunios, errores, accidentes inoportunos o estrategias cuestionables que había marcado su temporada queda ahora eclipsada por un resultado de mucho valor, el primer podio de Williams en una carrera normal desde 2017. Ya en Singapur, el español transmite otro estado de ánimo bien diferente de la resignación que empezaba a marcar su temporada 2025.

Recorre el paddock con AS y reconoce que se siente más ligero. “Había peso que se ha quitado de encima. Sobre todo sobre mí mismo, porque es duro como piloto saber que estás haciendo todo lo posible y dejándote el alma durante todo el año mientras pasas por esa racha que hemos tenido. Eso no quiere decir que ahora no haya que seguir a tope. Pero en algún momento algo bueno me tenía que pasar, no era normal la temporada que estábamos teniendo y la cantidad de cosas que nos habían sucedido. Es pasado, ahora hay que subirse a una buena ola de tendencia y seguir así”.

¿Compensa el podio la racha negativa que hubo antes? “Es una pregunta complicada. Yo siempre prefiero tener resultados buenos durante toda la temporada. Siempre he sido un piloto constante que acaba carreras y suma puntos para el equipo, pero este año, por todas esas razones, mi temporada no ha ido de esa manera. Veremos ahora en los últimos siete grandes premios”.

Con la celebración de su 28º podio tan reciente, es difícil no dejarse llevar. Aunque Carlos desliza a este medio que hubiera tenido muchas menos preocupaciones en un año más estable en lo deportivo, con menos altos y menos bajos: “Me preguntas a principio de temporada si prefiero para 2025 una temporada peor con un momento tan significativo como el podio de Bakú, tan bueno para el equipo y tan importante; o una temporada constante y aburrida con muchos sextos y séptimos puestos… si me lo preguntas ahora, después del momentazo que vivimos en Bakú, igual prefiero lo otro. Pero sí es una pregunta complicada”.

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“Psicológicamente, ha sido uno de los momentos más difíciles de mi carrera por todos los pasos atrás durante el año. Fue particularmente duro tras el parón de verano, porque volví con mucha energía y con una buena mentalidad, hice clasificaciones fuertes en Zandvoort y Monza, pero volvió a suceder como en la primera parte de la temporada con dos buenos puñetazos en el estómago. No era fácil, fue muy frustrante. Pero no dejé de trabajar y llegó el resultado. Estoy contento y orgulloso por la resiliencia”, trasmite Sainz, que marcha 12º en el Mundial.

“La velocidad nunca fue un problema”

Este fin de semana visita el escenario de su segunda victoria en la F1. No espera luchar por puestos de honor en Marina Bay, pero sí mantener la tendencia positiva: “Siendo realistas, en cuanto ponemos un alerón más grande en el coche somos algo menos competitivos. Nuestros mejores resultados han llegado en circuitos de baja carga. Nuestro coche tiende a funcionar mejor ahí, pero intentaremos hacer un fin de semana como el de Bakú. Esa será la intención de aquí a final de año. Bakú es un impulso en la motivación y también un alivio, porque confirma lo que dije todo el año. Que la velocidad no era un problema, solo había que tener un gran premio completo. Espero que sea un ejemplo para el resto de 2025”.