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FÓRMULA 1

Ferrari rescata parte de su ADN

Los de Maranello celebran su 75º aniversario y el 100º de Monza con el amarillo como protagonista de un monoplaza especial, que homenajea los orígenes de la marca.

Actualizado a
Ferrari rescata parte de su ADN
Scuderia Ferrari

La tradición siempre ha formado parte de Ferrari. La escudería italiana se ha sucedido en el tiempo ligada a las competiciones de velocidad y tanto su hegemonía como su prestigio, le permiten ahora celebrar un 75 aniversario en el que entre otros galardones, también se le reconoce como la marca más laureada de la Fórmula 1. Por Maranello han pasado las figuras más exitosas del Gran Circo y aunque su historia en el Mundial se liga directamente al rojo Ferrari, los orígenes de la Scuderia tuvieron otro gran protagonista en su gama de colores: el amarillo.

A pesar de haber ido cediendo terreno con el paso del tiempo, ese tono siempre ha formado parte de la esencia de Ferrari. Desde que comenzó su aventura como fabricante allá por 1947, Enzo Ferrari eligió el amarillo como uno de los colores aliados para la marca. Y ahora los orígenes del Cavallino Rampante junto al 100º aniversario del circuito de Monza, la casa de Ferrari, se celebrarán a través de este tono en una edición especial del monoplaza que rescata la historia más arraigada de la marca italiana.

Carlos Sainz y Charles Leclerc saldrán a pista con una imagen especial durante el GP de Italia. Pero además de los monos de ambos pilotos y sus respectivos cascos, el monoplaza también introducirá novedades y será el gran atractivo para todos los tifosi que visiten Monza este fin de semana. La libera del F1-75 contará con varios toques de amarillo que se complementarán a partir de inserciones en negro. Pero además, los cambios también se contemplarán en el alerón delantero, alrededor del halo, en la cubierta del motor y en el alerón trasero. Este último elemento resaltará el logo más tradicional de Ferrari en amarillo sobre un fondo negro y esa misma dinámica será la que se siga en el diseño de los monos.

De esta manera Ferrari rescata parte de su ADN, a pesar de que la historia le liga con un rojo que aceptó Enzo Ferrari, después de que la que por entonces se conocía como Asociación Internacional de Clubes Automovilísticos le asignase ese color como el oficial en los coches de carreras. Sin embargo, su creador no quiso renunciar a su idea inicial: “El Cavallino fue y ha permanecido negro. Pero agregué el fondo amarillo que es del color de Módena”. Y así nació un diseño que se estrenó en los Alfa Romeo del equipo en las 24 Horas de Spa-Francorchamps en 1932 y que ha aparecido inquebrantable en la historia de Ferrari desde entonces.