“Dos años más y el proyecto colapsaría por completo”
El CEO del grupo Renault explica la salida de la firma como motorista: “Nos volvimos invisibles. Llevamos tres años en una pendiente descendente”.
Por anunciada, no deja de ser triste para la Fórmula 1 la pérdida de un motorista que llevaba en el Mundial de forma ininterrumpida desde 1977. Renault eligió el último día de septiembre para confirmar que, si bien seguirá presente con Alpine en la parrilla, a partir de 2026 lo hará como equipo cliente porque dejará de fabricar unidades de potencia. Así, Ferrari, Mercedes y Honda compartirán tarea con Audi y Ford (en asociación con Red Bull) con la llegada de las nuevas reglas y Luca de Meo, CEO de Renault, explica su drástica decisión.
“Soy muy apasionado y es desgarrador, pero esta decisión es el resultado de meses y meses de observaciones”, dice el mandamás del grupo francés en L’Equipe, donde resalta su admiración por “el compromiso y la tenacidad de la gente de Viry-Châtillon”, la fábrica de donde salen sus motores: “Tienen agallas y eso es una buena noticia. Duele verlos tan decepcionados con esta decisión, pero desafortunadamente, en mi trabajo, no puedo pensar como un fan”. Y es que los resultados no acompañan, es más, han tocado fondo.
Son novenos en el Mundial con 13 puntos en su peor año desde 2016 y llevan sin celebrar una victoria desde Hungría 2021 con Ocon. “En la F1, nos volvimos invisibles. Dos años más así, y el proyecto colapsaría por completo. Llevamos tres temporadas en una pendiente descendente. Tuvimos que sacudir todo eso. Los patrocinadores son escasos. Tenemos un agujero en nuestros bolsillos. Mis accionistas saben cómo contar. Alpine tiene que ganar dinero. Con nuestro P15 (de Gasly) y P18 (de Ocon), parecemos bromistas”, reconoce De Meo en un discurso duro.
“No venderé el equipo, no soy tonto”
El italiano no tiene reparos en aceptar la realidad, pero no admite dos cosas. Lo primero, que fichase a Briatore como consultor ejecutivo para dar fin al proyecto: “Leí que se le encargó que empaquetara el proyecto para vender el equipo. Es completamente falso”. Y lo segundo, perder su sitio en la parrilla: “Cada 15 días recibo llamadas de financieros, excéntricos, que quieren entrar en la F1. Saben que después de 2026, será mucho más caro. No venderé, no soy tonto. Estar en la F1 es esencial para Alpine. Estamos en un club cerrado. Aporta credibilidad a la marca entre los aficionados al automovilismo. No necesitamos el dinero”.