Cuatro victorias y un duelo a cara de perro
Sainz se despide de Ferrari en Abu Dhabi. Contribuyó a construir un equipo ganador y aguantó la rueda de Leclerc, a quien batió en el 40% de las carreras.
La lucha por el título de constructores desvía el foco, la tensión competitiva no deja espacio para las despedidas. Pero este fin de semana, Carlos Sainz disputará su última carrera como piloto de Ferrari. Cerrará de manera obligada cuatro temporadas de buenos resultados generales y un cambio de cara absoluto en la escudería. Poco queda ya de aquel SF21 con el que se estrenó, discreto y de zona media. La casa de Maranello está hoy en disposición de ganar el Mundial de fabricantes (aunque McLaren lidera por 21 puntos a falta de un gran premio) y seguirán siendo favoritos en 2025, cuando Lewis Hamilton sea compañero de Charles Leclerc y se suba a un Ferrari que Carlos habrá aparcado en una posición privilegiada.
La temporada 2021 fue más positiva para Carlos que para la escudería. Logró sus primeros podios de rojo (había hecho dos con McLaren antes) y batió a Charles en el Mundial, pero las aspiraciones del equipo fueron comedidas porque aún pagaban por los excesos cometidos con el motor en los años previos. Ya en 2022, fue Leclerc quien golpeó primero con varias victorias en un F1-75 ganador, y a Sainz le costó extraer el máximo potencial de ese coche al inicio. Aun así logró su primera victoria en el GP de Gran Bretaña desde la pole con un desenlace memorable, el “stop inventing” que lanzó a sus ingenieros cuando le pidieron un imposible en la resalida del safety car.
En 2023 hubo de nuevo empate técnico entre Charles y Carlos, que se desequilibró en favor del monegasco con dos carreras finales muy negativas del español por culpa de la alcantarilla de Las Vegas y los daños que generó en el chasis que utilizó en Abu Dhabi, que no se sustituyó. Con Vasseur en vez de Binotto, el viento cambió de dirección. Sainz logró en Singapur la única victoria de Ferrari (y de cualquier escudería que no fuera Red Bull). Empezó 2024 con el mismo tono, aunque desde enero supo que no continuaría en el equipo. Ganó el GP de Australia dos semanas después de una operación de apendicitis. Después fue más regular Leclerc, de ahí la diferencia de puntos, aunque en México se desquitó Carlos con otro gran triunfo desde la pole. En Yas Marina, este fin de semana, tiene la última oportunidad.
El duelo con su compañero ha sido duro, pero limpio. Hubo momentos de tensión y quejas públicas, siempre de Charles, que el garaje supo enfriar a tiempo. Pero no han protagonizado ningún accidente juntos, al contrario que Leclerc y Vettel, y ambos han contribuido a elevar el nivel de la escudería con sus actuaciones personales. Es cierto que Leclerc se impone en todos los apartados de la comparativa: domina en clasificación (59-30; con un 19-6 en poles) y arrastra esa ventaja a las carreras (53-34). Pero la variación de los resultados es pequeña: Charles ganó seis carreras por cuatro de Sainz; y logró 30 podios por 24 del madrileño. La clave está en la posición media: Leclerc promedia desde 2021 un 5º en parrilla y 4,6 en carrera; Carlos mantiene un 6º en parrilla y 5,3 en carrera. Pisó los talones al monegasco durante cuatro años y estuvo delante un 40% de las veces, nada desdeñable. Se irá por la puerta grande.
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