Brad Pitt tiene un Fórmula 1

Las constelaciones de estrellas en la Fórmula 1 son habituales el domingo por la tarde, en la parrilla, pero cruzarse con Brad Pitt o Javier Bardem por el paddock de Silverstone, en días de diario, suena a circunstancias extraordinarias. El GP de Gran Bretaña tiene invitados especiales: Apple está rodando una película de ficción basada en el Mundial y aprovecha la carrera en suelo inglés para tomar imágenes de pista con las gradas llenas en una carrera real. Tienen garaje propio en el ‘pit-lane’ y también coches: Mercedes ha ‘tuneado’ dos F2 para asemejarlos a un F1 y son los coches de los protagonistas, Sonny Hayes (Pitt) y Josua Pearce (Damson Idris) a juzgar por los carteles de encima del box.

Dirige la película Joseph Kosinski (Top Gun: Maverick) y producen Jerry Bruckheimer y Lewis Hamilton. Según anunció la propia compañía, Brad Pitt es un piloto que regresa a las carreras desde la retirada para competir junto a un ‘rookie’ contra los mejores. Tienen cámaras de alta tecnología en sus monoplazas, pero también pueden valerse de lo que suceda en el asfalto, en aquellos grandes premios a los que acudan a rodar, para completar sus imágenes.

Es el caso, de momento, de Gran Bretaña, también valiéndose de todo el paddock en el papel de figurantes. Parece la ocasión perfecta para rascar un taquillazo sobre la F1 y que el propio campeonato expanda su masa de aficionados, como ya se hizo con la famosa serie de Netflix. En el pasado, la F1 fue el germen de películas como Rush, sobre la rivalidad de Lauda y Hunt en 1975. Pero visto el despliegue técnico, este filme aspira a convertirse en aquel memorable Le Mans de Steve McQueen, pero cambiando las míticas 24 Horas por el encanto del Gran Circo.