Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

FÓRMULA 1

Aston Martin tienta a Newey

Ferrari también quiere al ingeniero más relevante de la F1 en las últimas tres décadas. Influirá en los coches de 2026, con el cambio de reglamento.

Miami
Newey, con Alonso, Verstappen y Hamilton en el podio de Canadá.
Christinne Muschi/The Canadian Press via AP

El ingeniero más importante de la Fórmula 1 en las últimas tres décadas se marcha de Red Bull. Es curioso que la salida de Adrian Newey coincida con el 30º aniversario de la muerte de Ayrton Senna al volante del Williams FW16, otro de esos coches extremadamente rápidos, extremadamente complejos; extremos, en cualquier caso, que el genio británico plasmó a lápiz y llevó de su libreta al asfalto. Newey se marcha en diferido, se ocupará del hypercar RB17 durante los próximos doce meses y a partir de entonces podrá subirse al barco de otra escudería tras sus éxitos en Williams (1991-1996), McLaren (1997-2005) y Red Bull (2006-2024). Ha ganado 12 Mundiales de constructores y 14 de pilotos. Pero no se retira, busca “nuevos desafíos”.

Con su currículum, es evidente que despierta interés de los grandes. Con Newey hay mucho de genio, también algo de mito, porque en los últimos años su aportación a los monoplazas de Red Bull fue inferior y su figura era más bien la de consultor. El director técnico en Milton Keynes es Pierre Waché, quien se ocupa del día a día (y a quien quiso fichar Ferrari, sin éxito). Igualmente, se responsabiliza a Newey del concepto aerodinámico del coche y del hecho de que Red Bull fuese el único equipo capaz de salvar el ‘porpoising’ en los primeros meses de este reglamento, porque el británico era buen conocedor de las ramificaciones del ‘efecto suelo’. Ese se ha sido el factor diferencial que les ha llevado a dominar desde 2022.

No es un secreto que Lawrence Stroll, patrón de Aston Martin, lleva tiempo detrás de Newey. Si se cruzan en la parrilla, se sonríen y charlan. El ambicioso proyecto de Aston, con su fábrica nueva, la llegada de Honda en 2026, la renovación de Alonso y los buenos resultados de los últimos años, se apuntalaría con una figura como la de Newey. A favor, el carácter británico de la organización (el ingeniero no ha trabajado en la F1 fuera de Inglaterra) y la capacidad económica. Igualmente ha habido lazos previos: Newey diseñó el Valkyrie cuando Aston era patrocinador de Red Bull, de hecho el RB17 está visualmente inspirado en su proyecto anterior.

Vasseur también quiere sumar a Newey para la causa en Ferrari, igual que convenció a Hamilton. En este caso, pesa el romanticismo de Maranello y lastra la clásica rigidez de la organización en la fábrica italiana. Todt ya quiso ficharle en 1993, la historia se repite treinta años después. Mercedes, eterno rival de Red Bull, no parece interesada.

Tendrá influencia en el coche de 2026

En su salida de Red Bull influye la inestabilidad actual, las luchas de poder desde la muerte de Mateschitz que han enfrentado a Horner con Marko y los Verstappen. Si Newey cambia de fábrica en el verano de 2025, su llegada tendrá un impacto en el monoplaza de 2026. Entonces cambia el reglamento aerodinámico (que todavía no está cerrado) y se utilizará una nueva generación de motores que equipararán potencia de combustión y eléctrica. En una entrevista de 2023, el británico reconocía que solo lamentaba no haber trabajado en Ferrari, con Hamilton o con Alonso: “¿Ferrari? Emocionalmente sí, lo lamento. Y trabajar con Fernando y Lewis hubiera sido fabuloso, pero nunca sucedió. Son las circunstancias, así son las cosas”. Ahora la sorpresa sería que dentro de un año no estuviera trabajando ya con uno de los dos grandes campeones.

Normas