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FÓRMULA 1

Alonso en Aston Martin, ¿se puede pensar en ganar?

AS conversa con los ingenieros jefe de la escudería británica sobre las perspectivas para 2023 y la llegada de Fernando, que “no se va a guardar absolutamente nada”.

Spa-FrancorchampsActualizado a
Alonso en Aston Martin, ¿se puede pensar en ganar?
Zak Mauger

Cualquiera que frecuente el paddock ha escuchado muchas veces el manido “queremos hacer un coche ganador”. El verano ilusionante de los fichajes en el fútbol se perpetúa en la Fórmula 1, cada invierno es “una oportunidad para dar un paso adelante y luchar por las victorias”. La frase se puede poner en boca de jefes de equipo o ingenieros con cargo. Los de la zona baja quieren subir; los de la media quieren quieren crecer. Los de la alta no pueden permitirse perder. Las expectativas en el Gran Circo son esa arma de doble filo sobre la que naufragaron, entre otros, ilustres fabricantes como Toyota, Jaguar o McLaren Honda.

No hay una bola de cristal para descifrar si Aston Martin, el equipo de Alonso a partir de 2023, logrará en el futuro todas esas cosas que pretende. Si acaso, pueden evaluarse positivamente los cuatro pilares sobre los que se cimenta su estrategia deportiva. Primero, una nueva fábrica al más alto nivel que se inaugurará en los próximos meses, adosada a Silverstone, con tres edificios y túnel de viento propio (operativo quizás en 2024). Segundo, fichajes de peso en la oficina de diseño: Dan Fallows, ex jefe de aerodinámica de Red Bull; Eric Blandin, mismo cargo en Mercedes. Tercero, patrocinadores al más alto nivel como Aramco, la petrolera saudí es la empresa más valiosa del mundo, e inversión por parte de los socios que encabeza el magnate canadiense Lawrence Stroll. Y cuarto, un piloto estelar como joya de la corona para acelerar los procesos desde el asfalto.

En el hospitality de una firma “muy, muy británica”, precisan, AS charla en tono distendido con el director técnico, Andrew Green (en la casa desde su fundación como Jordan, en 1990); y el ingeniero jefe de rendimiento, Tom McCullough, entre otros representantes del equipo. Viaje en el tiempo al lunes 1 de agosto. “A las nueve llega el correo electrónico y dos minutos después no podías escuchar tu propia voz por el barullo, la alegría de todos en la fábrica era tremenda”, narra Green. “La gente estaba emocionada, Fernando viene a su más alto nivel, no hay más que ver cómo está pilotando cada fin de semana en clasificación o carrera. Su consistencia es lo que necesitamos”, amplía Tom. Las sonrisas en Aston son reales, tanto por la pieza de caza mayor como por la onda expansiva del anuncio. Pocos se acordaban ya de la retirada de Vettel.

“No se va a guardar absolutamente nada”

¿Por qué Fernando? “Es un dos veces campeón del mundo y nos va a llevar un paso más allá, y eso es lo que queremos. Queremos a alguien que sabemos que no se guardará absolutamente nada. Cuando pilote el coche, lo dejará en su sitio, ese será el sitio del coche y es lo mejor para los ingenieros. Sabremos dónde estamos exactamente. Sabemos que va a ser difícil para Tom y para nosotros, porque sabemos que él lo va a entregar todo y nosotros tenemos que hacer todo lo que haga falta para ser un equipo capaz de ganar títulos. Él está inmensamente motivado”, opina Green. Para McCullough: “Le escuchas por la radio y es uno de esos que está a otro nivel, porque aporta información al equipo para optimizar el coche o la estrategia. Tiene una capacidad para pilotar rápido, pero también para ayudar al equipo”. Durante la conversación sobre las exigencias del asturiano al volante se escucha: “¿Pero qué campeón no es duro y exigente?”.

Hay piloto, habrá fábrica, hay dinero y hay apoyo del dueño, Lawrence Stroll, un multimillonario retraído que no suele hablar ante los medios. Stroll quizás esperaba que el camino hacia el éxito en la Fórmula 1 fuese más corto, más cuando esta estructura ganó carreras en 2020 (Pérez, con Racing Point, en Sakhir). El equipo es suyo y opera de forma independiente con respecto a la matriz, Aston Martin Lagonda, que arrastra sus propios problemas económicos. Hay todo eso, pero tiene que haber también un monoplaza rápido capaz de hacerse fuerte contra los Alpine y McLaren antes de mirar de frente a Mercedes, Red Bull y Ferrari. Los cuatro equipos que fabrican sus propios motores ocupan hoy el top-4 del Mundial de constructores, hay una clara ventaja a la hora de diseñar la unidad de potencia pensando en el chasis.

Borrón y cuenta nueva con el coche de 2023

Green admite que ya trabajan en el AMR23 con una hoja en blanco, porque el modelo de 2022 no cumple las expectativas. “Tenemos que hacer muchos cambios al coche de este año para estar cerca de ser competitivos. Hay mucho camino por delante”, introduce: “Nosotros estamos aquí para ganar, para luchar con los equipos ‘top’. Obviamente no estamos nada cerca de eso. La decisión es simple, el coche del año que viene tiene que ser un cambio de especificación con respecto al de este año, empezaremos de nuevo. No va a ser una evolución de lo que tenemos ahora. Para dar el salto que tenemos que dar, habrá que hacer algo completamente diferente”.

Aston Martin tiene el noveno coche de la parrilla según la clasificación de constructores. Le lastra la clasificación, los domingos suele pelear por los puntos. Sus pilotos no han sido los más consistentes, aunque Vettel lo llevó al podio (Azerbaiyán 2021) y peleó por una victoria (Hungría 2021). Stroll parece un punto débil, aunque desde dentro se habla con mucho respeto de canadiense de 23 años, que ya suma más grandes premios disputados que Jackie Stewart. Alonso solía señalarle como uno de los que mejor arranca bajo los semáforos. A Lance, no a Stewart. Puede que el bicampeón sea inmensamente superior a su compañero en 2023, puede que Stroll salga de la coraza y dé alguna sorpresa, incluso algún titular. Pero es seguro que Aston Martin, y Lawrence Stroll, no han contratado a Alonso pensando en desequilibrar los extremos del garaje, sino en aspirar al mejor resultado posible a medio plazo. Fernando firmó dos años que pueden ser uno o tres, en sus manos está. Aunque no dependerá tanto de la opinión del piloto como del coche que le presenten.