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MOTOGP

Mucho más que una victoria

Márquez volvió a ganar en un circuito a derechas 30 grandes premios después, con un triunfo en Misano que supone un impulso definitivo para su recuperación.

Actualizado a
Márquez celebra su victoria en Misano.
Mirco Lazzari gpGetty Images

Han pasado casi dos temporadas desde aquel GP de Jerez 2019 que escribió una nueva página en la historia de Marc Márquez dentro de MotoGP. Sin embargo, desde aquel momento, la pregunta de si el ilerdense volvería a ser el de siempre tras comprobar el alcance de su lesión, ha sobrevolado el paddock de forma continuada hasta encontrar una respuesta que comienza a llegar a modo de resultados. La primera victoria del ocho veces campeón tras su reaparición en Sachsenring fue un alivio, la siguiente en Austin, una reivindicación y la última lograda en Misano un impulso, que comienza a vislumbrar lo que puede ser el próximo curso para el piloto de Honda.

Marc se conformaba con un podio en un circuito a derechas, esos donde con anterioridad a lo largo de la presente temporada acababa en el suelo con facilidad debido a un físico que seguía condicionando su pilotaje, y terminó encontrándose un triunfo con sabor especial: "Esta victoria para mí personalmente es diferente, pero es más importante para tener tranquilidad este invierno que las otras. Las otras sabía que eran circuitos muy favorables a mi estilo de pilotaje y en este (Misano) no. Este es un circuito en el que nunca he conseguido grandes resultados". Los resultados han llegado en el momento más necesario, en un trazado que no le gusta especialmente, y en unas condiciones que sirven para confirmar una “buena progresión” la cual avalan los números.

En las últimas cuatro carreras disputadas, Márquez es el mejor piloto de la parrilla gracias a dos victorias, un segundo en MotorLand y el cuarto en la primera visita a Misano. Desde la mejora que implantó en su mono durante el GP de Aragón para ganar movilidad en su maltrecho hombro derecho, la proyección del ilerdense y también la del equipo en conjunto ha sido tan radical que a dos carreras del final, en las que se incluyen por supuesto los seis ceros que refleja su casillero, el de Honda depende de sí mismo para ser cuarto en la general y no solo eso. Marc cuenta con opciones reales de acabar el año en la tercera posición de un certamen donde hasta la fecha, solo el nuevo campeón Quartararo ha conseguido subir al escalón más alto del podio en más ocasiones que Marc, con un total de cinco victorias. Otra cifra que también está al alcance del octocampeón.

Honda, beneficiada por su rendimiento

Por el contrario, el nivel de la Honda al comienzo de esta temporada estaba lejos de poder luchar por el campeonato, pese a que el propio Márquez confesó que junto a su mejor versión, incluso con este prototipo de la RC213V, sería capaz de sumar otro entorchado. Y aunque todavía no la ha alcanzado, nadie duda de que ha sido en parte gracias a los méritos del ilerdense, que la moto japonesa incluso haya podido disfrutar de un doblete en lo más alto del podio 728 días después. Pese a que comenzó siendo uno de los patitos feos de la parrilla al inicio de este 2021, la marca del ala dorada es ahora el punto de partida de muchas inquietudes para el resto de rivales de cara a la próxima temporada.

El resultado de Misano y la visión global del curso a dos pruebas para el final, hacen que Marc esté "tranquilo", aunque todavía siga teniendo resquicios de su lesión: "Todavía no piloto como yo quiero. El objetivo de esta temporada era llegar al final y pilotar como quiero. No lo puedo hacer todas las vueltas, pero al menos ya una parte de la carrera lo puedo hacer. Esto ya es un paso, si vas viendo la progresión son cosas importantes". Márquez se queda solo con lo positivo y por si no fuese suficiente con sus palabras, también le delató su celebración en Misano cuando se señaló el brazo lesionado al ver la bandera a cuadros. ¿Qué quiso decir? "Que va volviendo (el brazo). Ha sido más para el equipo que siempre me dicen 'estás con un brazo y medio, tranquilo', pero yo digo que no, que tengo los dos y que si estoy aquí es para competir, no para poner excusas. Cada vez me gusta menos hablar del brazo y simplemente centrarme". Para resumir, que cada vez está más cerca de volver a ser el de siempre.