Quartararo llama a la puerta
El francés puede convertirse en un circuito como Misano, donde Yamaha es la marca más laureada, en campeón. Su margen es de 52 puntos con 75 en juego.
No existe un camino concreto que te lleve a ser campeón del mundo. Desde que el Mundial de MotoGP se puso en marcha en 1949, la categoría reina ha conocido un total de 28 vencedores a los que se puede sumar Fabio Quartararo en el próximo GP de la Emilia Romagna, pese a que su trayectoria poco tendría que ver con la de muchos iconos que a diferencia del francés, sí consiguieron cumplir el sueño tras haber hecho historia en las categorías inferiores. Es el caso de los tres últimos campeones de la máxima cilindrada (Jorge Lorenzo, Marc Márquez y Joan Mir), pero no de otras 15 grandes leyendas del campeonato como un Casey Stoner que nunca ganó un título de 125cc o 250cc, o un añorado Nicky Hayden que ni siquiera compitió en las categorías base del Mundial.
Las referencias acompañan a las aspiraciones de Quartararo y aunque se suele hablar de estadísticas para tantear las opciones reales de éxito, siempre como aliciente, en el caso del francés quedan relegadas a un segundo plano tras una temporada donde su mentalidad, ha sido uno de sus puntos más fuertes. A falta de un camino concreto, sí se da una fórmula del éxito que comparte muchos ingredientes en todos y cada uno de los campeones que ha conocido MotoGP hasta la fecha y esta temporada, El Diablo ha demostrado tenerla en su poder a base de regularidad, fortaleza y talento. En este 2021 Fabio cuenta con todos los ingredientes de aquellos que están llamados a formar parte de la historia y ahora, es él a sus 22 años quien llama a la puerta para hacerse un hueco junto a los más grades, cumpliendo además con las expectativas de todos aquellos que apostaron por él depositándole una presión que le jugó una mala pasada hace tan solo un año. Aunque eso ya es parte del pasado.
Desde que comenzó la era MotoGP (en 2002), solo han sido seis los privilegiados que han llegado a lo más alto del Mundial y la irrupción de Quartararo, abre paso también a una nueva etapa llena de madurez que ahora le da al francés el beneplácito de afrontar las últimas tres pruebas del calendario con un margen de 52 puntos, cuando solo quedan 75 por repartir. ¿Qué quiere decir eso? Que El Diablo tiene de cara su primera corona mundialista en un trazado como Misano, donde además la Yamaha es la moto más laureada de la historia. Con siete triunfos en la categoría reina, la montura japonesa parte como favorita en una pista donde la última victoria cayó en manos de Ducati contra todo pronóstico, dejando a Fabio sin el que podría haber sido su sexto triunfo de la temporada.
El GP de San Marino mostró la versión más conservadora de un sólido líder del Mundial que ha priorizado la regularidad por encima de todo. Pese a que Bagnaia, máximo rival de Quartararo por el título, fue quien se llevó el triunfo, el francés se conformó con una segunda posición que terminó siendo un escalón más en su proyección hacia el título. Fabio es el único piloto que ha sumado puntos durante toda la temporada actual, no luce ni un cero en su casillero, y eso hace que lo tenga todo en sus manos para poder cumplir por fin su sueño.
Las cuentas son muy sencillas. Si ve la bandera a cuadros por delante del Pecco independientemente de su posición, El Diablo se convertirá en el 29º campeón de la historia de MotoGP. En el caso contrario, solo un triunfo o segundo del italiano con el de Niza fuera del podio, retrasaría la bola de título hasta la próxima carrera y, aunque a diferencia de su rival, no cuenta con la ayuda del resto de pilotos de la fábrica, sí tiene lo más importante: el talante de un campeón, que incluso puede eclipsar a Valentino Rossi en su última visita a Misano como piloto.