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INDYCAR

Palou: "Me gusta ganar carreras, por eso no pienso en la F1"

El catalán, líder de la IndyCar, atiende a As antes de afrontar la recta final del campeonato: "Si seguimos así, no habrá problema en luchar por el título".

Actualizado a
Álex Palou.
IndyCar

Es su segundo año en la IndyCar y ya destaca por todo lo alto. Álex Palou (Barcelona, 24 años) es el líder del campeonato americano con 39 puntos sobre O'Ward y 56 sobre Dixon, su compañero hexacampeón, y estuvo a punto de dar la campanada en la Indy 500. Antes de volver a la acción este fin de semana en Nashville, el catalán atiende a As vía telefónica desde Indianápolis, sede de Chip Ganassi, su equipo, y donde reside.

—Si le dijera al Álex de 2019, ese que tuvo que ir a buscarse la vida a Japón, que dos años después habría estado a punto de ganar la Indy 500 y que sería líder de la IndyCar durante casi toda la temporada, ¿se lo hubiera creído?

—No, para nada (ríe). Estoy seguro de que no se lo habría creído, ni tampoco que estaría en la IndyCar. Lo vería con alguna posibilidad porque nunca se sabe, pero lo de estar liderando el campeonato y luchando por las carreras eso seguro que no. Así que seguro que estaría contento.

—¿Y antes de empezar la temporada lo hubiera imaginado? Llegar al mejor equipo le abría esa posibilidad...

—Sí, es verdad que una vez que doy el paso a Chip Ganassi me da la oportunidad de formar parte de uno de los mejores equipos, con más éxitos, y sabes que los objetivos cambian porque también lo hacen las posibilidades al tener un coche ganador. Sabía que iba a tener muchas más opciones este año, pero siendo la IndyCar tan competitiva nunca sabes cómo va a ir. Hay circuitos que son nuevos para mí, y aún queda alguno, lo que hace que todo sea más complicado, pero de momento todo ha salido bien, y con el equipo, genial.

—¿Cómo se gestó su fichaje y qué sintió cuando le hicieron la oferta?

—Con el primer contacto no me hice ilusiones porque nunca sabes, pero ya cuando se firmó el contrato, me sentí increíble. Ha sido realmente la primera vez en mi carrera que he tenido la oportunidad de estar en un equipo tan grande, campeón. En otras categorías he estado en equipos más pequeños, y estar en la IndyCar con un equipo como Chip Ganassi es increíble, junto con Penske, vendría a ser como si en Europa corrieses para Ferrari, Mercedes o Red Bull. Es algo muy importante.

—A pesar de sus buenas actuaciones en su año de rookie, habrá sorprendido a más de uno por allí. ¿Cómo le tratan en el 'paddock'? ¿Se nota que se ha ganado el respeto?

—Está claro que el año pasado mucha gente no me conocía, esta temporada ya sí. Había gente que contaba con nosotros, otros no, pero sí, me tratan muy bien, me llevo bien con todos. Aquí la relación entre los pilotos es muy abierta y casi todos hablamos entre nosotros, es muy diferente de lo que he vivido en Europa, donde los pilotos casi no se hablan. Aquí es todo mucho más cercano.

—¿Cómo es compartir filas con leyendas del motor americano como Scott Dixon o Jimmie Johnson?

—Eso es otra parte increíble, es que es como todo increíble... (ríe). Cuando empecé a ver la IndyCar, Dixon ya estaba en el equipo y era campeón. Lleva muchos años y es una leyenda, seguramente el piloto con más éxitos en la IndyCar. Es un placer, lo único que puedo hacer es aprender al máximo de él, me está ayudando mucho, me intenta dar todos los consejos que puede y me lo paso muy bien con él. Y luego, Johnson, aunque no conozcas la Nascar, conoces su nombre, es una leyenda, forma parte de la historia del automovilismo mundial. Poder aprender de ellos es increíble porque son campeones y al final es lo que me gustaría llegar a ser.

—No solo aprende, sino que les gana. Lo de Johnson es más normal porque tiene que habituarse, pero Dixon seguro que se guarda algún consejo...

—Obviamente, el paso que ha hecho Jimmie es muy grande , pero cada vez se está acercando más. Y luego Dixon, creo que no, ya veremos si al final llegamos los dos luchando por el título y a lo mejor en las últimas dos carreras no me dice nada, pero de momento, comparte cosas. Ojalá pueda llegar luchando mano a mano con él, sería súper bueno para el equipo y para mí, claro.

—Si tuviera que poner una nota al nivel que hay en la parrilla de la IndyCar, comparándola con otras categorías que ha disputado o visto, ¿cuál sería?

—Aquí hay gente que lleva 15 o 20 años en la parrilla, comparado con todo lo que he hecho hasta ahora el nivel es muy, muy alto. La parrilla está muy disputada, hay mucha competitividad. Hoy en día es uno de los campeonatos más competitivos que hay.

—¿Quizá el siguiente por detrás de la F1?

—Depende... Creo que hay más competitividad aquí, hemos tenido ocho ganadores diferentes en diez carreras. Y si hablamos de nivel de pilotos, la F1 es el top. Pero si miras la parrilla de la IndyCar y ves de donde vienen esos pilotos, hay gente de la F1, no sé cuántos campeones de la IndyCar y también de otras categorías, como Scott McLaughlin, que ha ganado tres veces la V8 Supercar de Australia. Siempre es muy difícil de comparar porque también hay pilotos en la F1 que tienen coches poco competitivos y no vemos realmente su potencial, en cambio, aquí sí. Seguramente sí esté por detrás, pero no muy lejos.

—Hemos hablado de los pilotos, pero ¿entre los medios y la afición estadounidense aprecia que su nombre cada vez es más conocido?

-Lo noto bastante sí, cada vez va creciendo más nuestro nombre, pero también estoy muy contento con lo que oigo de España. Allí no hay afición de IndyCar, pero poco a poco creo que a la gente le interesa más, a los medios también y se está formando esa burbujita. No puede cambiar de un día para otro, claro, pero me gusta que haya gente a la que le guste la IndyCar y que los medios como vosotros nos dediquen tiempo, y que vaya creciendo. Quien vea una carrera de la IndyCar, verá la siguiente porque les gustará.

-Para los que creen que solo existe la F1, cuénteles cómo se puede ganar la vida un piloto español en Estados Unidos, fuera del foco de Europa.

-Alguien que nace en Europa se centra en la F1 porque es la máxima categoría del automovilismo, es a lo que estás acostumbrado. En cambio, aquí en Estados Unidos la referencia es la IndyCar. Solo hay 22 personas en todo el mundo que pueden vivir de la F1, también solo 25 de la IndyCar, pero creo que para llegar a la F1 tienes que ser muy bueno, tener muy buenos resultados, y además tener algo más de ayuda, de patrocinadores y otras cosas que no solo dependen del piloto. En cambio, aquí en América, aunque es difícil se puede llegar solo dependiendo de uno mismo y yo estoy muy contento aquí, era un objetivo que me había marcado desde hace mucho porque sabía que era factible.

-A la vista está que se ha adaptado a la perfección al estilo de carreras americano, ¿cuáles son las diferencias que más le han llamado la atención respecto al que estamos acostumbrados aquí?

-Lo que más me sorprende es la variedad de circuitos y modalidades que hay aquí, tenemos tres disciplinas diferentes entre los circuitos permanentes, urbanos y óvalos, algo que fue totalmente nuevo para mí pero que disfruto mucho. Y luego también sorprende la igualdad que hay, con un coche que no es el mejor puedes llegar a ganar, por cómo está hecho el coche puedes sacarle partido, y eso en otras categorías no puede pasar. Y también tenemos repostaje, la única categoría que lo tenemos, y eso hace que las estrategias y las carreras en los pit stops son increíbles. Es divertido y tiene mucha variedad.

Palou, en su monoplaza de Chip Ganassi.
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Palou, en su monoplaza de Chip Ganassi.IndyCar

—Si le parece, hagamos un repaso de cómo ha sido su temporada hasta ahora. Lo primero, fue llegar y besar el santo con su victoria en el inicio de Alabama. Toda una declaración de intenciones.

—Sí, fue un buen fin de semana. Íbamos muy rápido y ganamos a la primera. Habíamos hecho test antes allí y eso nos ayudó a ser tan competitivos desde el principio. Pero ganar la primera carrera es algo que no se puede hacer cada año, ojalá que sí, pero es algo especial que te da esa confianza extra que ya llevas durante todo el año.

—Después de rozar el podio y de subirse a él en el circuito interior de Indianápolis, llega su gran actuación en las 500 Millas. Dos meses después, ¿duele mucho aún que se le escapase esa victoria al final o ya ve más la parte buena?

—A ver, un poquito duele, y creo que va a seguir doliendo bastante, pero es un dolor que me empuja a decir: 'Vale, lo hicimos muy bien, quedamos segundos y no ganamos, pero ya no más'. No quiero pasar por ahí otra vez. Me da motivación de trabajar al 200% para ganarla. Fue muy especial luchar hasta el final, teníamos un coche muy competitivo, y perder contra una leyenda como Castroneves, que ha ganado cuatro Indy 500, duele un poco menos.

—Visto con cierta perspectiva, ¿esa actuación en una de las carreras más importantes del mundo puede haber significado un antes y un después en su trayectoria?

—Sí, yo creo que sí. Es una carrera tan especial que sí que te marca, te beneficia cuando tienes buenos resultados un poco para siempre. Pero hasta que no la ganas, no acabas de ver el beneficio real.

—Tras la Indy 500, han llegado una victoria y dos podios más que le mantienen líder. Ahora da la impresión de que nadie le puede apartar de arriba.

—Lo intentamos. Está siendo interesante este año, estamos siendo muy constantes. Sí que he tenido algún circuito que no me ha salido tan bien. En general, estoy muy bien, muy cómodo, cada vez le estoy cogiendo más confianza al coche, al campeonato, a los circuitos y eso nos va ayudando. Está muy bien haber estado toda la temporada primero o segundo, pero me gustaría estar primero cuando acabe la última carrera.

—Seis carreras para el final, ¿se puede llegar a la última con opciones de título?

—Sí, opciones vamos a tener, luego otra cosa es ganar o no. Tenemos un coche muy competitivo, hemos sido muy constantes, y tenemos en nuestras manos herramientas para llegar con opciones de luchar por el campeonato. Así que vamos a ir a por ello, pero queda mucho trabajo por hacer. Si continuamos haciendo el trabajo que hemos hecho hasta ahora, no va a haber ningún problema en luchar por el campeonato en la última carrera.

—¿A quién ve como su máximo rival?

—Sin descartar a nadie, mi mayor rival es Dixon. Lo primero, porque tiene las mismas herramientas que yo, y después, porque ha estado en esa posición muchas veces y ha ganado seis. Es algo que yo no tengo y que no lo puedes aprender si no es a base de pasar por ahí.

—La próxima es en Nashville, pero de las que quedan ¿hay alguna que tenga más señalada, en la que diga: 'Atentos a esta que puedo hacer algo importante'?

—Bueno, hay una a la que le tengo más ganas, Laguna Seca, por lo especial que es ese circuito. Nunca he corrido allí, pero es muy, muy mítico y que lo jugaba de pequeño en la Play (ríe). Así que sería muy especial ganar allí.

—Si tras la última carrera en Long Beach acaba sin el título en sus manos, ¿daría por buena su temporada o solo estaría satisfecho siendo campeón?

—Depende de las circunstancias, de si lo hemos perdido nosotros, por algo que podría haber hecho diferente, o de si simplemente no teníamos el ritmo al final de temporada. Si fuera por el ritmo, a trabajar, y si fuera por algo que estuviera en nuestras manos, me molestaría más. Haré todo lo posible para estar seguro de que eso no pase y dejar el 200% encima de la mesa.

—¿Ya se ha imaginado cómo sería ganar el título o prefiere ir carrera a carrera?

—Normalmente, me centro sesión a sesión, es muy importante. Obviamente, en algún momento sí que pienso y digo: '¡Buah, que bien me sentiría si soy campeón!'. Y lo único que hace eso es motivarme, está bien pensarlo de vez en cuando, ya lo pensaba desde la pretemporada y es algo que me ayuda psicológicamente. Pero ahora mismo no pienso en el campeonato, solo en la próxima carrera, y sé que si subimos al podio y sumamos muchos puntos, eso nos va a beneficiar y no voy a tener que pensar en el campeonato. Hasta la última carrera, da igual pensar en los puntos, es mejor centrarse en sacar el 100% de cada práctica.

—Independientemente de que sea campeón o no, ¿cree que podría llamar la atención de algún equipo de F1? ¿Aspira a correr allí o ya solo piensa en la IndyCar?

—Personalmente, no pienso en la F1. Estoy en un sitio donde me siento muy cómodo y feliz, y donde tengo la oportunidad de ganar carreras cada fin de semana, algo muy especial para un piloto porque hay muchos de F1 que han venido a América, como Grosjean, que no han tenido la oportunidad de ganar y al venir aquí están muy felices. Tampoco te dan muchas ganas de meterte en un sitio de donde no vas a salir de la 10ª, 12ª o 15ª posición... A mí lo que me gusta es ganar carreras y por eso no pienso en la F1. Si gano el título, sí que la gente se fijaría más, pero se tendría que ver qué es mejor, si estar el 15º en la F1 o ganando títulos en la IndyCar, y yo prefiero lo segundo.

—Ya que hablamos de la F1, Alonso y Sainz están muy pendientes de usted.

—Sí. Con Carlos tuve mucha relación porque fuimos compañeros en el kárting, ahora ya no tanto. Con Fernando sí, porque ha estado aquí en la Indy 500 y el año pasado estuvimos mucho tiempo juntos en el circuito y ahora también formo parte de Kimoa. Son personas que no tienen por qué estar pendientes, y lo están, y que lo hagan saber a los demás en las redes o en entrevistas está muy bien porque hace que más gente nos conozca. Sé que a Fernando le gusta mucho la IndyCar y espero que vuelva a hacer la Indy 500 y podamos luchar en carrera.

—Ahora, a intentar ser el mejor español en EE. UU. superando a Serviá, con el que seguro mantiene buena relación. Logró una victoria y fue subcampeón de la Champ Car en 2005, ya le ha superado en lo primero y va a por lo segundo.

—¡Vamos a intentarlo! Me llevo muy bien con él, ha sido la primera persona que hizo vida profesional aquí y fue algo que me inspiró. Me ha ayuda mucho porque sigue estando en las carreras como piloto del safety car y me da algunos truquitos que me sirven bastante. Aunque somos muy amigos, voy a hacer lo que pueda para intentar superarle y llevarnos el título, él está empujando a tope por nosotros y ojalá lo podamos conseguir.