Marc Márquez enfrenta el miedo en 'FEARLESS': "Si no puedo ser el mismo, no vuelvo"

DAZN estrena FEARLESS (Sin miedo), el nuevo documental original de la plataforma que aborda el complejo camino de recuperación de Marc Márquez tras una larga serie de operaciones y con el foco en el bajo umbral del miedo que tienen los pilotos de la élite. “Para mí una temporada acabada es una en la que no pueda luchar por el campeonato. Lógicamente no me imaginaba que no podría volver a correr esta temporada", apunta el campeón.

El documental, de unos 25 minutos de duración y estructurado en tres partes, incluye los testimonios de Álex Márquez, el ex piloto Carlos Checa, el director deportivo de Repsol Honda, Alberto Puig y el psicólogo deportivo Francisco Solano Romero.

Confesiones del momento más duro.

La cinta desvela las sensaciones y los temores de Marc Márquez en la etapa más dura. Los ocho meses sin competir conforman el período más largo de lesión de toda su vida. “Hubo meses duros hasta que aceptas y cambias el chip. Me estaba consumiendo. No hacía nada y perdía peso. Se crea una ansiedad en tu cuerpo…", admite.

El piloto cuenta además los temores lógicos de una lesión grave. “Todo indica que se va a recuperar, pero hay el miedo ese de que sea otra lesión, de que te tengas que quedar así... El miedo de que te tengas que quedar parado sin moto existe”, admite.

El regreso a la competición parece estar algo más cerca y Márquez se prepara para ello. “No tengo miedo de no volver a ser el mismo Marc Márquez. Si no puedo ser el mismo Marc Márquez no vuelvo. Cuando vuelva mi cuerpo tiene que estar listo para asumir los mismos riesgos... Poco a poco me voy sintiendo más fuerte. El brazo ya tiene otras sensaciones y ya las mariposas vuelven a estar en el estómago", asegura.

El miedo asoma con la caída en Jerez y se va desarrollando según se va complicando la lesión con la rotura de la placa de titanio. "Abrí una puerta corredera y se rompió. Una placa de titanio no se rompe abriendo una ventana o abriendo una puerta. Venía de un estrés, del Gran Premio de Brno, esa semana seguí entrenando y ese estrés… Menos mal que se rompió en casa… En dos días estaba encima de una moto. Si se rompe en una frenada se lía un poco más”, explica con resignación.

De ahí a la operación para arreglar la placa en la que se descubre una infección en la fractura. "Lo más duro fue después de la tercera operación, que no me podía mover, drenajes... Hay posibilidad de que la infección siga ahí y se te viene el mundo encima, las paredes del hospital y todo…", admite. “¿Qué me ha enseñado la lesión? Que esto puede acabar cuando menos te lo esperas… Pero esto no va a cambiar tampoco mi estilo”, remacha.

"Los pilotos no hablamos de la muerte".

“Los pilotos tenemos una virtud que a veces se convierte en defecto. No vemos el miedo”, confiesa de primeras Marc Márquez. “Hablando claro nosotros, los pilotos, no hablamos nunca de la muerte. Si te subes a una moto pensando estas cosas, quédate en casa. Me gusta el riesgo. No sé entrenar guardándome”, confiesa. Y Carlos Checa lo confirma. “El riesgo lo asume diferente. Va buscando esos límites curva a curva, vuelta a vuelta y esto hace que en algún momento lo vaya sobrepasando. Se plantea cada carrera como si fuera la última”, añade.

Enfrentar la caída con rapidez asoma entonces como la mejor terapia. “Lo que me han enseñado de niño es que si te caes y estás bien, te subes a la moto. Aunque sea para dar dos vueltas antes de irte a casa. Es la manera de superar el miedo y las caídas”, explica el piloto.

“El miedo no le atenaza ni le condiciona el rendimiento. Esta es quizás la diferencia con sus rivales. Donde los demás empiezan a sentir angustia, el empieza a estar a gusto. Él empieza a andar sus primeros pasos en una moto. Su proceso natural de activación es tan rápido que la integración deportista-máquina es una", explica el piscólogo Francisco Solano Romero.

La precisión de Marc Márquez

FEARLESS ofrece también un análisis detallado y a cámara lenta de cómo el Márquez ataca las curvas. “Sabe hacer girar la moto deslizando los neumáticos. Es una técnica que ha trabajado muy bien con el dirt track. Tiene una frenada muy fuerte que incluso empuja el neumático delantero. Cuando ya lo tiene dentro, desplaza el peso en la rueda trasera, le da tanto gas, le mete tanta presión, que empieza a derrapar y hace la curva un poco más cerrada. Para mí exige una precisión mucho más alta cuando se te cruza delante. Hay muy pocos pilotos que puedan llegar a ese nivel de gestionar una rueda delantera que se te cruce y puedas aguantarla con la rodilla”, analiza Checa.

El regreso del campeón asoma en el horizonte y el pulso contra los temores que lo alejan de la pista continúa. “Lo peligroso sería no sentir miedo”, sentencia el psicólogo Solano.