"Lauda, en peligro de muerte"
Se cumple un año del fallecimiento de la leyenda del automovilismo que sobrevivió al Infierno Verde. Así se narró la temporada de 1976 y el duelo con Hunt.
James Hunt-Niki Lauda, el duelo de 1976
Niki Lauda y James Hunt protagonizaron una intensa rivalidad durante la temporada 1976 de Fórmula 1. El británico, en la imagen, aspiraba a desbancar con McLaren al austriaco campeón. Era su primera temporada con un coche apto para ganar el Mundial después de tres campañas pilotando el Hesketh. En la imagen, James Hunt, piloto de Fórmula 1, leyendo el AS.
Lauda defendía título con Ferrari
Mientras tanto, Niki Lauda defendía título en Ferrari. El austriaco, entonces de 27 años, se había ganado un asiento en la casa de Maranello después de llamar la atención con March y BRM. Sus altos conocimientos técnicos y su talento al volante terminaron eclipsando que provenía de una familia adinerada. Ganó su primera corona de tres en 1975 rivalizando con el brasileño Fittipaldi (McLaren) y el argentino Reutemann (Brabham). Aquel año, Hunt acabó cuarto el Mundial.
Ganó cuatro de las seis primeras carreras
Lauda y Ferrari empezaron aquella campaña como referentes. El austriaco ganó cuatro de las seis primeras carreras, siendo segundo en las otras dos, y su compañero Clay Regazzoni venció otra. Hunt se impuso en España, en el Jarama, seguido de Lauda. Pero su balance tras seis grandes premios era muy pobre con apenas ese triunfo y un segundo puesto en Sudáfrica.
Pobre inicio de James Hunt
El británico alternó accidentes con averías de motor y caja de cambios y su balance tras los primeros seis grandes premios era muy pobre: apenas el triunfo del Jarama y un segundo puesto en Sudáfrica. En Suecia, séptima prueba de la temporada, Hunt sumaba 17 puntos por los 52 de Lauda. Venció en Francia y se aprovechó de un cero de su rival para recortar de golpe nueve, pero la diferencia seguía siendo enorme.
38 puntos de ventaja
Mientras tanto, el austriaco había vencido en Brasil, Sudáfrica, Bélgica y Mónaco; había sido segundo en Estados Unidos Oeste y España y había finalizado tercero en Suecia. Contaba todas las carreras por podios al alcanzar el ecuador del Mundial en Paul Ricard. Dos semanas después, en Silverstone el 18 de julio, Hunt ganó la carrera pero fue posteriormente descalificado por haber tomado la resalida después de un accidente. El triunfo pasó a manos de Lauda, quien recuperaba su cómoda renta de 38 puntos. En la imagen, Niki Lauda, en Mónaco.
Pero todo cambiaría en Nurburgring...
Pero todo cambiaría en el GP de Alemania de 1976. Pole de Hunt, segunda posición en la parrilla para Lauda, y un Nurburgring Nodschleife encharcado. El Infierno Verde acogió aquel año por última vez al Gran Circo. En la foto, GP de Alemania de 1976.
Un accidente fatal
A las dos vueltas de comenzar la carrera, Niki Lauda perdió el control de su Ferrari cuando, remontando tras una mala salida, alcanzaba a Merzario y Ertl. Rebotó en el guardarraíl y regresó al asfalto convertido en una bola de fuego. Pasaron varios segundos hasta que fue socorrido inicialmente por los pilotos Arturo Merzario, Guy Edwards, Brett Lunger y Harald Ertl. Con quemaduras graves por todo el cuerpo, el milagro era sobrevivir. En la imagen, accidente de Niki Lauda en 1976.
"El coche de Lauda se incendió..."
Hunt ganó aquel gran premio “feo”, ilustraba la crónica de AS. “El coche del austriaco se incendió y aunque pudo salir rápidamente, resultó con quemaduras de cierta gravedad en la cabeza, como se pudo apreciar en el hospital al que fue rápidamente conducido”.
"Sin que se sepan muy bien las causas..."
El Ferrari quedó destrozado. “Lauda era sólo noveno tras Regazzoni, Laffite, Hunt, Mass, Andretti, Pace, Scheckter y Peterson y durante esa vuelta se eforzaría por recuperar el terreno perdido hasta que, quizá tocado por otro participante, hizo un trompo. Recuperándose de este incidente, alcanzaba al dúo compuesto por Erlt y Merzario cuando, sin que se sepan muy bien las causas, los tres coches entraron en colisión llevándose el Ferrari de Lauda la peor parte. Tras ellos llegaron Lunger y Edwards, que no pudieron evitar verse mezclados en el embrollo. El coche de Lauda ardía y la dirección detuvo la carrera”, reflejaba este diario. En la imagen, el Ferrari de Niki Lauda, en 1976.
"Niki Lauda mejora"
Las horas posteriores fueron claves. “Niki Lauda mejora”, “aunque continúa en peligro de muerte”. Asistido por el doctor Klaus Peter en la clínica universitaria de Mannheim, el austriaco sobrevivió a la primera crisis, “una noche muy mala”. En coma inducido, llegó a recibir la extrema unción. “Los doctores opinan que si el estado de salud de Lauda permanece inalterable en los dos próximos días y no empeora, existen verdaderas probabilidades de que se recupere”.
James Hunt sacó provecho
Mientras tanto, James Hunt se erigió como el mejor piloto de 1976 en ausencia de Lauda. Además de su victoria en Nurburgring, fue cuarto en Austria y volvió a ganar en Países Bajos. Las tres carreras que se perdió el austriaco inicialmente. Ferrari llegó a abandonar temporalmente la competición por diversas polémicas con los comisarios. En la imagen, James Hunt.
"Lauda no quería correr en Nurburgring"
Desde Mannheim seguían llegando buenas noticias por la progresiva mejora del campeón. “Ingresó inconsciente y respiró emanaciones tóxicas, lo que produjo serias dificultades en sus pulmones. En la actualidad le siguen suministrando oxígeno, aunque su estado abre las esperanzas a una lenta, pero segura, recuperación”. Su esposa, Marlene Lauda, reconocía entonces que “a Lauda no le agradaba el circuito de Nurburgring y dudó en participar”.
No fue una sorpresa
“Desgraciadamente, el accidente de Niki no es ninguna sorpresa para nosotros :Los pilotos de F1 no queríamos que se corriera en Nurburgring porque esta pista no está de acuerdo con los tiempos actuales”, manifestó el piloto francés Patrick Depailler. Rápidamente la parrilla se posicionó contra Nurburgring por la peligrosidad de su trazado, más aún con lluvia. Bernie Ecclestone, entonces director de Brabham, manifestó que “el circuito de Nurburgring es demasiado largo para que los servicios de socorro actúen con rapidez, y esto en las carreras de coches suele ser mortal”. Mientras, el británico Guy Edwars que asistió a Niki en el accidente, aseguró que “la ambulancia tardó siete u ocho minutos en llegar”. En la imagen, Niki Lauda.
Regresó cinco semanas después
El 9 de septiembre, contra todo pronóstico y adelantándose a los plazos más optimistas, Niki Lauda volvía a pilotar un F1 en Fiorano. “En medio de una gran expectación, Niki Lauda ha vuelto a conducir un monoplaza de Fórmula 1, apenas cinco semanas después de sufrir un grave accidente en Nurburgring”. Fueron 150 kilómetros para preparar su regreso en el GP de Italia.
Mantuvo su liderato hasta Japón
Lauda regresó en Monza y logró un meritorio cuarto puesto. Hunt abandonó esa carrera tras un trompo. Pero las dos siguientes pruebas de la temporada devolvieron al británico las opciones de título con dos victorias consecutivas en Canadá y Estados Unidos Este. En la imagen, Niki Lauda.
Tres puntos, la renta en Fuji
Al GP de Japón, última carrera de 1976, llegó Lauda con tres puntos de ventaja sobre Hunt. “Un duelo apasionante”, rezaba el titular de AS un día antes de la carrera. Previsiblemente haría calor, una ventaja para el Ferrari, pero la meteorología se torció en las horas previas.
Hunt, campeón del mundo
James Hunt subió al podio en Fuji y se proclamó campeón del mundo con su McLaren en un final de temporada digno de Hollywood (el filme ‘Rush’ daría cuenta de ello). La intensa lluvia y la niebla invitaron a anular la carrera y el título era para Ferrari. Pero una hora más tarde, sin lluvia y con niebla, se retomó la competición. Los pilotos se reunieron argumentando que era peligroso correr. Lauda, Hunt, Fittipaldi y Regazzoni lideraron aquella moción, pero se dio la salida defendida por el resto de la parrilla. En la imagen, James Hunt, coronado campeón del mundo en 1976.
Lauda abandonó deliberadamente
Lauda abandonó la carrera porque “las condiciones eran peligrosas”. Salió mal, se vio encerrado por el pelotón y se dirigió a boxes. Afirmó que “no se sentía capaz de correr”, se disculpó con sus mecánicos y se marchó a Tokio. La carrera la venció Mario Andretti (Lotus).
Críticas en la resaca
La resaca de aquel gran premio trajo críticas para Lauda por su deliberado abandono, argumentando que si su salida hubiera sido buena, habría defendido su renta para lograr el campeonato.
Fuji, como Nurburgring
Pero las condiciones eran demasiado similares al GP de Alemania de 1976 o el GP de España del año anterior, con lluvia, niebla y una mala visibilidad a 300 kilómetros por hora. En ambos casos hubo accidentes graves y los pilotos se plantearon no participar.
De rivales a amigos
La relación entre Niki Lauda y James Hunt pasó de la intensa y agria rivalidad a la amistad. Ambos reconocieron el talento y los méritos del otro. Aquella sería la única corona para el británico, que sólo ganaría tres carreras más en 1977 y se retiraría en 1979. Su vida fuera de los circuitos fue tan intensa como dentro. La fiesta y las mujeres, su gasolina. Falleció el 15 de junio de 1993 por un infarto. En la imagen, Niki Lauda y James Hunt, en 1976.
Un referente del automovilismo
Niki Lauda volvió a proclamarse campeón del mundo en 1977 con Ferrari y también en 1984 con McLaren. Se retiró en 1985 pero permaneció vinculado a la Fórmula 1 como jefe de equipo de Jaguar. Regresó con Mercedes, siendo director no ejecutivo de la escudería, y fue el artífice del fichaje de Lewis Hamilton, el gran campeón reciente. El austriaco murió el 20 de mayo de 2019 después de sufrir problemas respiratorios en los meses previos. En la imagen, Niki Lauda, en 1977.
