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DAKAR

Lorenzo Santolino abandona con un brazo roto: "Una lástima"

El piloto salmantino iba 14º en la especial del martes cuando, antes de llegar a meta, no vio bien una duna y se fisuró el radio en una compresión.

Arabia Saudí
Lorenzo Santolino.
FLORENT GOODENDPPI Media / AF

"Se ha acabado el Dakar para mí. Por suerte no me he caído ni nada, ha sido una compresión fuerte, he notado dolor y he tenido que parar. Debe haber sido una rotura de cúbito o radio". Eso era lo primero que dijo Lorenzo Santolino al llegar al vivac de Haradh después de verse obligado a abandonar cuando le faltaba únicamente el último tramo para completar una especial en la que venía mostrándose como suele, constante y regular, o incluso mejor, porque rodaba 14º a menos de ocho minutos de Quintanilla, vencedor del día.

Pero una duna que no alcanzó a ver adecuadamente se entrometió en su camino haciendo que el Dakar se terminase antes de tiempo para él. Así contaba el momento del incidente: "Iba a un ritmo normal, me encontraba a gusto y en una duna en la que había un pequeño cambio de rasante no he visto que hacía un poco de bajada, de unos dos metros y tenía un bache al final. Iba a 60 km/h o así, pero al caer de la duna, he entrado ya comprimido al bache y al hacer tope con la horquilla se me ha roto el brazo".

"En principio, parece que el radio tiene alguna fisura y tenía una subluxación que me colocaron en el centro médico del vivac", dice el salmantino sobre el parte inicial de lesiones, pero tendrá que conocerlas más detalladamente lo antes posible, por eso iba a coger el primer vuelo que saliera de Riad con destino a Madrid: "Ya tengo organizado el vuelo para volver, llego mañana por la mañana a Madrid y de ahí directamente iré a algún hospital aún por decidir para hacer un examen más preciso del alcance".

Abandonar siempre es duro, y más cuando peleaba por el Top 15 de las motos penalizado por un cambio de motor, pero se va antes de tiempo igual que cuando fue rookie en 2019. Se lo toma con filosofía: "Una lástima, pero tampoco me siento mal porque no sentía que estuviese yendo al límite. Había encontrado un buen ritmo, sin sustos y siendo muy prudente en las zonas peligrosas. Ha sido una duna, sin más, he tenido saltos más grandes y compresiones más fuertes y no ha pasado nada. Por suerte no es nada más que brazo".