'Da igual lo que te digan, será más duro'

Como ‘rookie’ en el Dakar, uno no se cansa de escuchar consejos, todos bien recibidos y de gente que se preocupa por ti, porque te vaya lo mejor posible en este gran desafío, pero ninguno es tan certero como el que ocupa el titular de este diario. Por mucho que te cuenten los que han vivido antes lo mismo que estás viviendo ahora tú, es imposible estar cien por cien preparado para todo lo que te espera trabajando a destajo en el desierto.

Esta edición, al celebrarse en un país tan distinto a los anteriores, tiene un lado muy positivo, el de unas instalaciones más cómodas que facilitan la vida de todos los que están en el vivac, y alguno negativo, como hacer los desplazamientos de un campamento a otro en avión, con lo que eso conlleva. Pero todos los dakares comparten el mismo espíritu de sacrificio, el de estar al pie del cañón desde que te levantas hasta que te acuestas.

Y no es fácil. Sí, tienes a los protagonistas a tu disposición, pero, al contrario de lo que pueda parecer, no por estar en el lugar de los hechos siempre se dispone de la mejor información. Y el Dakar es el ejemplo perfecto de ello, como también lo es del compañerismo que se vive en todas partes de una atmósfera única. A poco que lleves en esta familia te sientes uno más. Eso tampoco lo sabes hasta que lo vives.