Los méritos de Álex Márquez

Siempre ha sido un movimiento natural ver debutar al campeón de la categoría intermedia en la clase reina del Mundial. Cada título suele venir acompañado de un premio con el que sueña cualquier piloto una vez se coloca al manillar de una montura y sin embargo, en el caso de Álex Márquez, este mérito se ha convertido en una especie de castigo al que acompañan todas las dudas que surgen sobre el potencial de un piloto que la realidad, lo único que asegura, es que cuenta con dos títulos en sus vitrinas. Y no todos, más bien pocos, son los que pueden presumir de ello.

En número de campeonatos, ningún piloto de la actual parrilla de MotoGP cuenta en su palmarés con más de los que ostenta Álex en las categorías inferiores y sólo Dani Pedrosa, de los que debutaron en este siglo, tiene una cifra mayor a la del flamante fichaje de Honda en el recorrido natural que lleva a la máxima categoría. El ahora probador de KTM llegó a la élite con un Mundial de 125cc (2003) y dos de 250cc (2004 y 2005) sumando un total de tres, por los dos de Márquez. Entonces nadie cuestionó su mérito a la hora de debutar en el equipo oficial, ni siquiera por su envergadura, y da la casualidad (si es que lo es) de que los únicos pilotos que han ganado en las dos cilindradas inferiores han subido a una estructura oficial.

Además de Dani, los otros nombres que completan la lista son el de Valentino Rossi, Marc Márquez… y Álex Márquez. Honda siempre ha apostado por pilotos ganadores, más bien campeones, y hasta ahora la apuesta no les ha salido mal. La estructura satélite de los japoneses podría haber sido otra alternativa para el 73, que habría ascendido como los dos últimos campeones de Moto2 (Bagnaia con Ducati y Morbidelli con Honda). Sin embargo, la salida de Lorenzo, otro que llegó a MotoGP con el mismo número de títulos que el pequeño de los Márquez, abrió una puerta que no se debe cerrar sin haberla explorado por dentro.

El reto al que se enfrenta Álex es mayúsculo no sólo por competir junto a los mejores, sino por compartir equipo con el piloto más superior de los últimos años. Honda es ahora un arma de doble filo para el nuevo fichaje de los japoneses pero al final, los campeones, demuestran que lo son estando por encima de todas las dudas que surgen sobre ellos. La aventura del ilerdense comienza ahora y el tiempo es ese juez insobornable que da y quita razones. Veremos si Honda, una vez más, sigue manteniendo la suya. Al menos los números se la dan.