Márquez rompe el gafe post título con la décima victoria
La de Japón fue carente de emoción y llegó por delante de Quartararo y Dovizioso, sirviéndole para alcanzar las 54 de Doohan en la clase reina.
El caníbal sigue con hambre. La victoria que le llevó al título en Tailandia no sació a Márquez y en Japón ha sumado otro inapelable triunfo que le permite acabar con su gafe post título, porque en el 14, 16 y 18 se quedó fuera de combate la carrera después de proclamarse campeón, siempre en Australia, las dos primeras veces con caída y la tercera tras romperle Zarco con un duro toque el colín y la silleta de su Honda.
El triunfo de Motegi estuvo carente de emoción, porque sólo la hubo durante las dos primeras vueltas, pero sirve para engordar sus impresionantes estadísticas. Con el décimo de la temporada y en su decimotercer podio consecutivo, delante de la cúpula de Honda y en el circuito de casa del ala dorada, tiene ya tantas victorias como Doohan en la clase reina y sólo le quedan por delante Rossi (83) y Agostini (68), a los que a este paso podría pillar en dos y tres años, respectivamente.
El del Repsol Honda cruzó la meta con 0.870 de ventaja sobre Quartararo, porque ralentizó su ritmo en las dos últimas vueltas, consciente de que a su montura se le estaba acabando la gasolina. Acabó tan justo la carrera que se quedó sin 'sopa' en la vuelta de honor. Quartararo dijo después de buen rollo que ya se le podía haber vaciado el depósito una vuelta antes, y el ganador llegó a pie de podio remolcado por Syahrin. Lo hizo como se ha hecho toda la vida en la carretera, apoyando el pie en la estribera de la moto sin ‘caldo’ para ir empujándole. Marc se lo agradeció y pidió aplauso para Hafizh. Después de una carrera en la que terminó el decimoséptimo, tuvo sus segundos de gloria junto al ganador.
Esta vez le acompañaron en el podio Quartararo y Dovizioso. El francés le soltó un hachazo al español en la primera vuelta para ponerse al frente por unos instantes, pero su rival se lo devolvió en la curva 10. A partir de ahí, escapada en solitario con una ventaja que llegó a rondar los tres segundos antes de contemporizar, ajeno a lo poco que sucedía tras él. Fue Dovizioso el que más hizo por ganarse la atención de los aficionados. Partía séptimo en la parrilla y así iba tras la primera curva, pero consiguió remontar hasta el tercer peldaño del podio y, de haber durado la carrera una vuelta más, seguro que habría podido intentar superar también a un Quartararo que con este segundo puesto se asegura ya matemáticamente ser el rookie del año. Como si hiciera falta que dijera la general algo tan claro, porque además del mejor novato del curso se ha convertido en el mayor rival del campeón, como demuestran sus tres segundos puestos consecutivos.
El que no tuvo podio en esta ocasión, aunque lo intentó, fue Maverick. Le penalizó una mala salida que le hizo caer a la sexta plaza, cuando arrancaba cuarto, y al final fue esa posición en la que acabó, a 1.2 de Dovizioso y con seis segundos de margen sobre Crutchlow. El inglés le ganó a Morbidelli la batalla por el quinto en la misma línea de meta, por 47 milésimas, con Rins pegado a ellos en la séptima plaza. Octavo fue su compañero en Suzuki, Mir, y más atrás terminaron Pol 11º y Lorenzo 17º en su tercera carrera consecutiva fuera de los puntos, el cuarto por la cola. Apareció en la clasificación sólo por delante de Abraham, Syahrin y Guintoli, más Rossi y Iannone, aunque estos no acabaron por caída.
El que no tomó la salida fue Rabat, con problemas en la mano derecha fruto de una caída antes de viajar a Japón mientras se entrenaba. Se espera que esté recuperado para Australia, donde Márquez, a pesar de tener los deberes ya hechos, buscará la undécima de la temporada. Y Quartararo la primera...