Al Attiyah ya no quiere correr
"Ahora hay que buscar un ritmo seguro", dice el qatarí, líder del Dakar en su día de descanso con el Toyota cuando quedan cinco etapas por delante.
Nasser Al Attiyah tiene el Dakar, más o menos, como lo quería antes de empezar. El único piloto al que no puede controlar por velocidad, Carlos Sainz está demasiado lejos en la clasificación. Sus rivales directos por ahora son Peterhansel y Nani Roma, con las incógnitas de Przygonski y sobre todo Loeb. "No sé quiénes son los rivales, todavía queda mucha carrera", dice el qatarí a este medio en la jornada de descanso, antes de una segunda semana que será exigente.
"Ha sido una buena primera semana para nosotros, pero muy dura. El coche está cumpliendo todos los días y la etapa maratón fue un poco drama para mucha gente, muy complicada, pero para nosotros resultó ser un gran día. Aunque lo que viene será muy duro, hemos venido a ganar el Dakar. Tenemos un buen coche y el sueño de Toyota es vencer esta carrera por primera vez", cuenta Nasser, de 48 años, doble vencedor de este raid (2011 con Volkswagen y 2015 con Mini).
Al Attiyah sale todos los días a marcar diferencias, aunque las condiciones o la posición de partida no le beneficie. No es un piloto que mida su ritmo, pero para las cinco etapas que vienen por delante entre Arequipa y Lima, tiene claro que la estrategia debe ser otra: "Ahora necesito tener cuidado y mantener un ritmo seguro. Debo estar pendiente de quién esté detrás de mí, segundo en la clasificación, para tratar de controlar las diferencias". Dice que no sabe si le ayudarán sus compañeros a partir de ahora, De Villiers y Ten Brinke estarán dispuestos después de perder todas sus opciones. Aunque termina la entrevista confiando en que no les necesite: "El que me ayudará es Alá".