Red Bull presenta su candidatura, Alonso 12º y Sainz 13º
Verstappen primero y solo dos décimas entre los cinco mejores con Mercedes y Ferrari en la batalla. El asturiano rompió el motor.
Ahí va la pregunta. Larga. Aunque no tanto como la respuesta. Si es que existe. ¿Cómo puede ser que un coche con un motor mucho menos potente que los Mercedes o Ferrari esté liderando los entrenamientos en Bakú, un circuito con una recta de 2,2 kilómetros? Pues…
La cosa es que Red Bull, con Max Verstappen primero y Daniel Ricciardo tercero, ha presentado su candidatura a estar delante, quizá incluso a la victoria, en este GP de Azerbayán. Ahora les intento explicar esto. Antes hacemos paso rápido por la madre patria para contar que Fernando Alonso terminó duodécimo a 2,1 segundos y volvió a romper el motor Honda de su McLaren y que Carlos Sainz fue decimotercero a 2,3 segundos con un Toro Rosso en el que están haciendo demasiadas pruebas para intentar no perder tanto tiempo en las rectas con el motor Renault… el mismo que lleva Red Bull.
Dijo una vez Jenson Button que casi nadie sabe realmente la razón por la que ocurren las cosas en Fórmula 1, que este es un deporte en el que considerarse un experto es una vanidad innecesaria. Y tiene razón. Toda. Porque ni siquiera aunque les hable del tremendo alerón delantero que monta el Red Bull y su inmejorable chasis para ir lo más rápido posible en la zona más revirada del circuito se puede comprender cómo han conseguido meterse en la pelea con Ferrari y Mercedes. Y es que los cinco primeros coches están en apenas dos décimas. Con Verstappen primero, Bottas a una décimas, pegado a ellos Ricciardo, después Raikkonen a 1,2 y Vettel a dos décimas del belga. Sin duda el hecho de contar con una aerodinámica eficiente en todo tipo de superficies hace del Red Bull un buen coche a pesar de todo. El siguiente coche con motor Renault fue octavo con Kvyat y el mejor de los oficiales, decimoquinto con Hulkenberg. Algo de mérito tendrán los del equipo energético. Se supone.
Otra cosa es Lewis Hamilton.
Décimo a más de un segundo de los mejores y con malas sensaciones en el monoplaza. Aquí el año pasado tuvo una de esas carreras en las que desaparece nadie sabe tampoco por qué. Y es que la F1 tiene esas cosas, esos misterios que nadie puede explicar hablando de alerones, válvulas o frenos. Por ejemplo. El factor humano y todos los factores humanos que hay alrededor de un deporte negocio del que, a veces, solo hay sospechas. Ah, por cierto, al final Verstappen acabó, en los últimos momentos, estrellando el coche. Esas cosas por mejorar...
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