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MOTOCICLISMO

Aspar sobre Hayden: "Era un piloto de los de antes"

"Se me ponen los pelos de punta. Es el piloto más profesional de los que he tenido", dice Jorge tras conocer por AS la muerte de Nicky.

A Jorge Martínez Aspar le tiembla la voz. Acaba de saber, por la llamada de AS, que Nicky Hayden ha fallecido. Fue su piloto durante dos temporadas, 2014 y 2015, y le tiembla la voz al hablar de él. Normal. "No me digas, no puede ser... Sabíamos que estaba muy mal, realmente mal, pero siempre te queda la esperanza de que algo cambie. ¡Vaya putada!", afirma el valenciano, que acto seguido detalla: "Se me ponen los pelos de punta. Hoy, precisamente, mientras comía con mi mujer, hablábamos de que es el piloto más profesional y serio de los que he tenido en mi equipo... y han pasado alrededor de cien".

-Acerquémonos a Nicky en lo personal, ¿cómo era?

-Era una persona a la que le encantaba el motociclismo, de un gran carácter. Es una malísima noticia porque se nos ha ido un gran chaval, un gran deportista. Siempre es bueno tener cerca a gente así.

-¿Y como profesional del motociclismo?

-Un perfeccionista total. Quería tener todo en orden, era un campeón al que le gustaba darlo todo encima de la moto. En las carreras y en los entrenamientos.

-Eso es especialmente elogiable ya que usted no disfrutó del mejor Hayden, del que por ejemplo fue campeón del mundo de MotoGP en 2006...

-Exacto, por eso es más de agradecer. Era bastante seguro, no se caía mucho. Y eso que cuando llegó a mi equipo tenía la mano derecha destrozada; apenas tenía movimiento en la muñeca derecha, la más importante en un piloto de motociclismo porque es con la que se da gas. Venía de estar en Ducati oficial, de sufrir una importante operación en la que casi le quitaron el escafoides, pero se mostró como un profesional admirable.

-¿Técnicamente?

-Era muy técnico. En mi etapa, ya era menos agresivo que unos años atrás, pero era bastante seguro. No se caía mucho.

-¿El mejor recuerdo con el que quedarnos?

-Con su forma de ser y con su profesionalidad, con su pasión. Era un piloto de los de antes, vivía la moto. Ya sabíamos que las lesiones eran tremendamente graves, tenía el cerebro muy dañado, y desgraciadamente, aunque suene duro decirlo, quizá esto es lo mejor que le podía pasar. El pobre estaba muy mal.