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DAKAR | LA INTRAHISTORIA

Paseando a la 'princesa del desierto' con su Mitsubishi

AS ha probado el Montero con el que Cristina Gutiérrez se convirtió en la primera española en finalizar la prueba. Su precio: 180.000 euros.

Arganda del Rey
Paseando a la 'princesa del desierto' con su Mitsubishi

La cita era lejos de los desiertos suramericanos, pero tenía mucho sabor a Dakar. Cristina Gutiérrez, la primera española que ha conseguido acabar la prueba en coche, la princesa del desierto, nos esperaba en Arganda para probar su Mitsubishi Montero, el arma que le ha permitido hacer historia. Un vehículo a mitad de camino entre los inalcanzables coches oficiales y los más modestos T1 de serie.

Esta burgalesa que compagina la competición con el cuidado dental de sus pacientes (es odontóloga) ha pilotado un coche cuyo precio listo para correr es de 180.000 euros. Mantiene el chasis, motor y transmisiones del modelo de serie, pero luego incorpora una sofisticada preparación para hacer frente a las exigencias de la prueba más dura del planeta. Su motor diesel desarrolla 240 caballos de potencia, pero en el Dakar se le desinfla para evitar sustos.

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“La verdad es que casi no hemos tenido ningún problema grave”, explicaba la siempre sonriente Cristina. “Tan sólo lo pasamos mal un día que nos quedamos sin embrague y con el consiguiente retraso nos tocó intentar llegar a meta entre los camiones en una pista llena de fesh fesh. Pero el resto, excepto alguna pequeña cosilla, sin problemas”.

Dicho esto, la dulce Cristina pasa a convertirse en la feroz Cristina, porque aprieta el acelerador sin piedad para darnos una vuelta con su juguetito. Y lo cierto es que impresiona la facilidad y destreza con la que maneja un coche de más de dos mil kilos, al que hace derrapar y enlazar las curvas con gran soltura, sin contemplaciones.

Tras el pertinente cambio de tercio le toca al periodista demostrar que también sabe conducir…salvando las importantes diferencias. Y lo cierto es que el Montero permite sentirse piloto al conducirlo, porque es muy sencillo de manejar. Absorbe los baches, es manejable, y su motor diesel permite moverlo sin complicaciones gracias al buen par.

Ahora Cristina lo jubila, porque va a cambiar de juguete para el Dakar 2018. “Aún no está definido del todo, pero queremos correr algunas pruebas del Mundial y alguna del Campeonato de España para intentar llegar lo mejor preparados el año próximo”.