La primera carrera de la temporada de Fórmula 1 2017 en Australia ha permitido resolver algunas cuestiones que se habían planteado acerca de esta nueva generación de monoplazas y que la pretemporada en el Circuit Barcelona Catalunya no había aclarado por completo.
Una de estas dudas era comprobar la velocidad real de estos coches en una carrera. Y la promesa de los equipos de fabricar los monoplazas más rápidos de toda la historia de la Fórmula 1 sólo se pudo cumplir parcialmente.
Con un tiempo total de una hora, 24 minutos y 11,672 segundos , Sebastian Vettel logró además de la victoria en Albert Park, completar el Gran Premio de Australia en el menor tiempo de toda su historia , superando el anterior récord de Michael Schumacher en el año 2004 (una hora, 24 minutos y 15,757 segundos) por cuatro segundos.
Sin embargo, cabe destacar que en el año 2004, Schumacher dio 58 vueltas al trazado australiano con el F2004 , mientras que el pasado domingo Vettel solamente tuvo que conducir 57 con el SF70-H tras abortar la salida Charlie Whiting por los nervios de un comisario.
De igual modo, la velocidad media del Gran Premio de Australia 2017 (Sebastian Vettel (215.408 km/h)) fue casi cuatro kilómetros por hora más lenta que el mejor registro en este apartado que aún conserva Michael Schumacher de 2004 (219.010 km/h).
También en este sentido cabe puntualizar que en 2004 los monoplazas disponían de la posibilidad de recargar combustible en las paradas en boxes , mientras en la actualidad los coches no pueden consumir más de 105 kilogramos.