La F1 se asocia con la música para llenar los circuitos
Liberty Media posee un 34% de la promotora musical Live Nation y pretenden hacer conciertos cada fin de semana de carreras.
Fue algo más de hora y media en un trayecto en el que habitualmente se tardan quince minutos. Les hablo del camino que va del hotel Radisson Downtown del centro de la ciudad al circuito de las Américas de Austin. No era el domingo, sino el sábado y cientos de coches iban hacia el trazado como si se disputase la carrera que decidiera el título mundial de todas las épocas. Pero la razón, al menos no la principal, no era el gran premio de Fórmula 1 sino una preciosa cantante rubia de 27 años, nacida en Reading, en el estado de Pensilvania, capaz también de tocar el piano, la guitarra y hasta el oukelele y que ha vendido 170 millones de discos llamada Taylor Alison Swift. Ella, que tiene un hermano llamado Austin en homenaje a la ciudad de la música, metió en un recinto junto al circuito a casi noventa mil personas. Y al día siguiente el circuito estaba lleno con más de cien mil aficionados a la F1. O a lo que quiera que sean aficionados todos los que estuvieron allí. Había de todo, os lo aseguro.